Al Rodrigo futbolista se le pueden discutir cosas después de seis años con claroscuros durante los que no todo ha sido el oro que ahora reluce. Pero al Rodrigo persona y a sus buenos asesores hay pocos matices que hacerles en el adiós. Del comunicado a la rueda de prensa telemática desde Las Rozas, sus palabras han sido para quitarse el sombrero. En especial por la clase y puntería para disparar un mensaje tan profundo y contundente como el último: «es una pena ver el momento que atraviesa el club y esa desconexión que existe entre la institución y las personas que lo hacen grande».

La radiografía es tan sencilla como directa sobre una crisis institucional que, mucho más rápido de lo ocurrido en decadencias como la del Barça, ha tenido un impacto inmediato y desolador en lo deportivo, lo económico y lo social. Cuatro brechas de aúpa que se presumen irreparables a corto plazo salvo si Javi Gracia, del que hay que esperar un buen trabajo pero tampoco milagros, es capaz de enderezar al equipo, algo para lo que necesita que le fichen aunque sea un poco y que no le quiten nada más.

Aunque dé apuro hablar de 'proyecto', con Pezzella, Capoué o Guendoussi hay balas abriéndose camino desde el peculiar comando que integran el propio Gracia y Corona y que son lo más parecido a día de hoy a una dirección deportiva de la casa. Sin embargo, aunque falte menos, los números del fair-play siguen sin cuadrar, lo mismo que las cotizaciones de Lim en Singapur. Así que lo normal es que LaLiga arranque sin que se haya disipado el riesgo a que el mercado depare más chascos y con ellos por desgracia otra de esas depresiones que lo llenan todo de un pesimismo abismal. Como dice Rodrigo, la situación da pena,pero lo que no se puede consentir por mal dadas que vengan es perder la dignidad dejando caer al club.

Fichajes también en Orriols

En una situación institucional que para sí quisiera el Valencia, lo que se le caen al Levante son jugadores por lesión: van ya tres que no llegan a la primera jornada ni a las que vienen después, que por cierto se presumen de aúpa. El último en romperse ha sido Rochina, una de las patatas calientes: último año de contrato, opciones exóticas para irse y sin acuerdo aún para renovar... También Paco López, aunque con menos urgencias, necesita refuerzos después de haber mejorado el fondo de armario pero no el equipo titular. El área deportiva tiene que acertar sobre todo con un punta y un extremo y mientras tanto cruzar los dedos para que la operación salida siga su curso y no obligue a poner en el mercado a los verdaderos 'fichajes'.

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