El día en el que con un punto de surrealismo se le pregunte a Javi Gracia si teme por su destitución aún no ha llegado. Pero cada vez falta menos y si no ha sido ya es por bien poco. Aunque en realidad no es que sean nuevas sino más fuertes, ya el pasado martes se le cuestionó por las «primeras críticas». También por si sentía que en el entorno hay una mayor exigencia hacia su figura, algo que pudiendo ser que sí no es ajeno a ningún técnico, la figura más visible en todos los clubes. En un Valencia CF normal, cualquier inquilino del banquillo con sus resultados estaría en el mejor de los casos contra las cuerdas. Y ni qué decir con el ridículo de Terrassa.

Hay que remontarse a la eternidad de hace cinco meses para recordar que Gracia arrancó con tics ilusionantes y que luego todo se torció al denunciar no sin razón que lo habían engañado. Un punto de no retorno con una dimisión en toda regla. Nada de amago, porque si no se llevó a efecto fue por la famosa cláusula y vaya si extraña que a un tipo que se las sabe todas como Rodri le colaran esa.

Otro éxito al saco del Propietario Meriton Holdings, especialista por incomparecencia en llegar a puntos sin margen para la toma de decisiones. La buena gestión brilla por su ausencia cuando cualquier solución es mala y si las cosas no mejoran aquí puede serlo tanto seguir con el míster como prescindir de él. Desde esta óptica incluso cobra sentido el movimiento de defensa de quien a la vez es víctima y responsable del equipo. Por la cabeza de Meriton, de momento, no pasa hacer nada, lo cual no deja de ser otro clásico. Pero la ley del mercado es la que es y los ofrecimientos continúan llegando.

El VAR como adorno

También llegaron a Orriols. Y no son pocos por cierto los candidatos que se repiten, aunque menos mal que lo peor de la crisis parece haber pasado. Falta para estar tranquilos salir del descenso con puntos que jugando como en Can Barça no deben tardar. Dijo Jordi Alba que el Levante tiene un entrenador que prepara muy bien todos los aspectos y no le faltó razón porque el partido fue para enmarcar. Lástima que no sea la primera vez esta temporada en la que el VAR parece de adorno, como si alguien lo apagase cuando los granotas llegan al tiempo de descuento.

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