Los regalos del Valencia

La política deportiva tiene mucho que ver con preguntar a diestro y siniestro qué les sobra por si lo regalan

Los regalos del Valencia

Los regalos del Valencia

Se sabía desde ayer que no iba a aparecer esta mañana un entrenador nuevo. Así lo confirmaron los Reyes en la víspera de repartir regalos. Después de la debacle contra el Cádiz hubo cónclave en Oriente para decidir si echaban o mantenían a Javi Gracia. Una papeleta, el día en el que para más postre reaparecía Marcelino, que se ha resuelto como de costumbre. Es decir, anteponiendo las cuestiones económicas a las deportivas. Y por tanto, sin margen de acierto, volviendo a equivocarse.

Hay más argumentos pero ninguno como el finiquito y el ridículo de envainársela para justificar porqué el banquillo del Valencia lo sigue ocupando Gracia. Un entrenador con el que Peter Lim y Anil Murthy no se hablan, que no disimula su disgusto y al que en un club normal habrían fulminado ni se sabe ya hace cuánto. Por sensaciones y resultados, los peores desde aquella salvación contra el Real Madrid en la última jornada de hace 39 años, la situación es insoportable. Así que la patada hacia adelante solo puede entenderse como otro paso hacia el abismo a la espera de que suceda un milagro, de que explote todo o de que brote una alternativa distinta a Óscar Fernández.

El equipo, incapaz de ganarle a nadie, continúa mientras tanto desintegrándose. Ni siquiera sorprendería que nos salte un trozo suyo de la pantalla por la que asistimos partido sí, partido también, al reality del día a día. Despedir a Gracia, que se desacreditó ofreciendo su cabeza hace dos meses pero no haciéndolo ahora, cuesta tres millones de euros. Es dinero suficiente para terminar de comprometer un mercado en el que se apunta y nadie dispara.

Y es que la gestión en los despachos condiciona y bastante. La realidad es que la política de fichajes hoy tiene que ver con preguntarle a diestro y siniestro qué le sobra por si lo regala. Sin embargo, una cosa es que a la plantilla no le llegue para mucho y otra que se le saque tan poco. Gracia ha demostrado de qué es capaz sin refuerzos y las dudas son razonables sobre qué podría hacer si le traen algo con el cartel de saldo. Solo los capitanes, líderes de un vestuario sin filo, están capacitados para volver a salir en su auxilio.

La justicia de Paco López en las alineaciones

A Paco López le arrean por sistema y es normal que salte, todavía más cuando se sabe cargado de razones que sus críticos desconocen. Sin embargo, es el técnico quien lleva las de perder entrando al trapo y sobre todo poniendo misterio donde no lo hay. Su trabajo no es otro que sacarle rendimiento a la plantilla que tiene y no hay otra receta mejor para lograrlo que conservando el respeto de los futbolistas y poniendo en el campo a los que mejor están. A partir de ahí, decide él, que es algo que por cierto no se le da nada mal.

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