TMJ: La táctica del cambiazo en el Valencia CF

El estadio le importa a Meriton lo mismo que siempre, así que...

TMJ: La táctica del cambiazo en el Valencia CF

TMJ: La táctica del cambiazo en el Valencia CF

Rafa Marín

Rafa Marín

El estadio le importa a Meriton lo mismo que siempre, así que a Ximo Puig no le quedó ayer otra después de que Murthy volviese a presentarse en el Palau con las manos vacías. Con sus explosivas declaraciones, lo que el presidente de la Generalitat dejó claro es que en lo que se refiere a la ATE y al marrón que para la ciudad es el Nuevo Mestalla no hay margen legal. Tampoco para el señor Lim ni para el lamentable cambiazo con su amigo el príncipe de Johor. Y hasta ahí. Por desgracia, para todo lo demás muy poco o nada se puede hacer. Vender el club, encima de la manera en que se hizo, suponía exponerse a esto. Así que lo único que queda es cruzar los dedos y pedir respeto (el que hasta ahora no han tenido), al próximo que venga o pongan. Como en los días de otros tiempos en los que la mayoría accionarial del Levante UD iba y venía de Tomelloso, esta vez es la del Valencia la que va de Singapur a Malasia. Ahí es, en la exótica ciudad de Johor, donde está afincado Tunku Ismail Idris Abdul Majid Abu Bakar Iskandar Ibni Tumku Ibrahim Ismail, una docena de nombres que se resumen en las siglas TMJ. Con esas siglas se da a conocer este multimillonario de nacimiento, amigo del señor Lim, general de brigada, presidente de la Federación de fútbol y no se sabe cuántas cosas más. Entre ellas, propietario en especial del equipo que lo gana todo en la carrera de un solo caballo que es la liga local. Mientras crece la expectación sobre cómo llega, cuándo lo hace y en calidad de qué, las noticias apuntan a que TMJ estaba siendo uno de los pocos que visitaban a Lim en su mansión singapurense, ubicada a menos de una hora de donde reside. Con una salud que como ya alertó su hijo se resiente, cuentan que el príncipe aparecía hasta dos veces a la semana por allí para verle. Tampoco pilla demasiado desprevenido a casi nadie un movimiento tan raro como este.

El Príncipe de Orriols y la final de Copa

Pese a lo que ha supuesto la aparición del príncipe malayo en la agenda, no hay quien contraprograme la semifinal de este jueves en el Ciutat, una cita para la historia que los levantinistas ya están viviendo a base de valeriana. Más claro no puede decirlo Morales, que habla no ya del partido de su vida, sino de uno que «hay que ganar». Eso es lo importante, sea por lo civil o por lo criminal. Y cruzando los dedos para que en el Comité Técnico de Árbitros hayan tomado nota del vergonzante penalti que le pitaron a Vukcevic, impropio de los tiempos del VAR. Pase lo que pase, para los granotas es un éxito haber llegado hasta aquí, pero la posibilidad de pelear por un título y todo lo que ello conllevaría es demasiado golosa como para no dejárselo todo en el intento. Queda menos de un día.