Y el señor Lim tan tranquilo en su mansión

El día que el señor Lim venda llegará tarde o temprano...

Y el señor Lim tan tranquilo en su mansión

Y el señor Lim tan tranquilo en su mansión / SD

Rafa Marín

Rafa Marín

Llegará antes o después el día en el que el señor Lim venda pero los indicios siguen apuntando a que no va a ser ahora. Se equivocan muy mucho los que se plantean este tipo de transacciones como si bastase con cerrar los ojos fuerte y desearlo mucho. Por desgracia no funciona así. Vender el Valencia fue un error histórico cuya factura, de un valor incalculable, la están pagando los aficionados, los ciudadanos, las instituciones y la marca de la Comunitat, no necesariamente en este orden.

Es deplorable que la manera de comprarlo resultase tan grotesca, aun más por la ausencia de garantías para nadie que no sea el banco, el único actor del que nadie en su sano juicio puede esperar ni media mientras religiosamente le sigan pagando, de lo poco que se ha cumplido. No hay que culpar a nadie, sin embargo, por pensar que un club como el Valencia cambie de dueño como de camisa. Fue así la última vez en aquella infame subasta en la que hubo que elegir a mano alzada entre lo malo o lo peor y por eso es comprensible que al seguir aquello tan presente en el imaginario hasta parezca plausible que se repita. Pero no, de eso nada. Los mismos indicios sobre que la venta no será ahora también apuntan a que el señor Lim no pondrá el club tan en bandeja como se lo dejaron a él.

Después de haberle dado largas hasta a su amigo el Príncipe debe estar muy tranquilo en sus aposentos sintiendo garantizado, como mínimo, el retorno de su inversión. Es la sensación que se desprende de los movimientos de todos esos grupos que con o sin nombres, maduros o verdes como la albahaca, tienen la ambición de intentarlo a la baja. Así que es de suponer que mientras Tebas avale la política de contención extrema del gasto no le corra prisa y prefiera esperarse para generar una plusvalía. Lo conseguirá a poco que acierte en algo, aunque eso es cierto que también será una noticia.

Otra temporada por la borda no, por favor

Lo que no se puede permitir el Valencia si como todo apunta aún queda Meriton para rato es otra gestión deportiva tan lamentable y negligente como la de las dos últimas temporadas. Ni uno solo de los fichajes de invierno tuvo minutos contra el Granada, lo que habla del último sinsentido desde que el Valencia va por la vida sin dirección deportiva, sin rumbo en general. La facilidad con la que el equipo se ha despegado del descenso como consecuencia de sus cuatro victorias seguidas en Mestalla no hace más que confirmar que tan grave como perder recursos ha sido no sacarle partido a los que había. No hay indicios, como con la venta, de que Europa sea un objetivo real, al menos mientras que no se demuestre lo contrario. Así que habrá que conformarse con renovar a Gayà, que no es poco.