06/04/2021

Ni racistas ni hipócritas "de mierda"

Ante el racismo, tolerancia cero. Siempre. Y a todos los niveles, no solo el verbal...

Ni racistas ni hipócritas "de mierda"

Ni racistas ni hipócritas "de mierda" / SD

Rafa Marín

Rafa Marín

Ante el racismo, tolerancia cero. Siempre. Y a todos los niveles, no solo el verbal. Y es que episodios como el de Diakhaby son abono fértil para el postureo y la hipocresía. También para argumentos pueriles y verdugos morales. Sin embargo, al objeto de desterrar la repugnante lacra de la xenofobia, que nadie vaya a darse por satisfecho con poner el foco sobre el lenguaje en un partido de fútbol. Y es que el problema de verdad, el que late no en el deporte sino en nuestras calles, en el mundo entero, ni siquiera es monopolio de los blancos. Las raíces son más profundas.

Lo que ocurrió en el Ramón de Carranza es el fiel reflejo de un sustrato racista que se verbaliza en expresiones tan repugnantes como la de «negro de mierda». Insultos como este que profirió Cala sobre Diakhaby hay que eliminarlos porque ocurren en la sociedad más allá de la calidad de las pruebas gráficas y sonoras o de su simple existencia. Por eso suena tan absurdo por parte de LaLiga y la Federación la pretensión de ponerle diques al mar. La consecuencia del doble rasero contra los deportistas negros cuando son rivales está ahí y no son de ahora.

Por eso fue tan digno de aplauso que los jugadores del Valencia, gracias al poder de difusión del deporte y con Paulista a la cabeza, contribuyesen de manera espontánea a darle repercusión a la realidad. Más aún en un momento como el actual en el que tanta conciencia hay sobre el asunto. Que cundan ejemplos como este no solo es positivo. Es necesario. Ha sido gracias a gestos similares en otras esferas por los que una de las peores cosas que se le pueden decir a alguien hoy en día es que es un racista. Con ese estigma, aunque no lo sea, cargará por el resto de su vida el jugador del Cádiz tras el linchamiento que se la he venido encima. De hecho, la consecuencia ejemplarizante es que serán muchos los que a la próxima se morderán la lengua o se la meterán por donde les quepa para no traspasar la línea. Seguro, así que algo es algo. Bienvenido.

Todo lo bueno que hizo el Valencia no quita, en cambio, para que desde el momento en el que el partido se reanudó con Diakhaby en la grada quedase bien claro que el resultado no, pero que la jugada iba a pasar a la posteridad. Fue una maniobra inaudita en la historia del fútbol español y como tal será recordada. Algo parecido, salvando las distancias, al famoso «no gol» de Pelé en Jalisco. En ese momento volver al campo fue tirarla fuera estando la portería vacía, un fallo que no le puede quitar relevancia a todo lo anterior pero que es un fallo. Y sí, es en lances como este, cuando hay que actuar con celeridad y acierto, cuando se demuestra lo necesaria que es una estructura de club fuerte y consolidada en las decisiones. Era, sin duda, la jugada de la temporada.

Mejor con la boca tapada

La cuestión no está en si Cala es o no un racista sino en que tiene que haber tolerancia cero también con el lenguaje. Más allá de la calidad de la pruebas, el Valencia fue claro: «Cala, no te creemos». Ni el Valencia ni casi nadie. La cuestión no está en si Cala es o no un racista, que seguramente no lo sea y ahí están las fotos de su amigo Coke Andújar como excelente coartada para demostrarlo. La cuestión es que debe haber tolerancia cero con este asunto. Contra el racismo hay que luchar en todas las esferas, también en la del lenguaje. Ese insulto de «negro de mierda» no es más que el fiel reflejo de un sustrato que existe y que hay que eliminar. Sin caer en la hipocresía, si Cala cometió un error tiene que pagar por él.

Rápidos y certeros, buena reacción del Valencia

Falló el Valencia volviendo al campo pero desde entonces la estrategia comunicativa ha sido la que tocaba, rápida y certera, dos condicionantes necesarios a la hora de manejarse en momentos como el actual. No es ahora en su tejado donde está la pelota. A ver LaLiga y la Federación.

Coke Andújar, el mejor abogado para Cala

Estuvo valiente el jugador granota dando la cara por su amigo, con el que colabora en proyectos de ayuda al tercer mundo. Suya ha sido la mejor defensa que ha tenido, la más realista. Cala no es un racista pero expresiones como la proferida sobre Diakhaby no tienen cabida.