La columna del director del miércoles 2 de junio

Guedes no volverá a ponerse la camiseta del Valencia. Falta saber el precio y quién lo paga

La columna del director del miércoles 2 de junio

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Rafa Marín

Rafa Marín

No es porque a su padre le haya dado por meterle presión al club para que lo regale sino porque la decisión de hacer caja con él lleva tiempo tomada. Guedes, sin vuelta de hoja, no volverá a ponerse la camiseta del Valencia, así que lo único que falta es saber primero el precio y después quién lo paga.

Perder al mejor futbolista del equipo siempre es una mala noticia. Más aún si es uno tan talentoso como el luso, también lo suficientemente caprichoso como para haberse subirse al tren de la Eurocopa cuando ha querido. Todos sabemos que le sobra fútbol y que le faltan cosas y que por eso llegó a ser un lastre, con un rendimiento en las antípodas de los 40 kilos con los que seguirá siendo tiempo el más caro de la historia. Además de un equipo que le permita brillar, lo cual es del todo cierto, lo que tampoco ha tenido es un entorno que lo quisiese bien. respeto

Aunque duela, que duele, lleva razón su señor padre en que entre el Valencia al que llegó de la mano del señor Lim y del que este verano se va a marchar media un abismo, justo el que separa a un equipo de Champions de otro que ha peleado por no descender. Y a un club tan grande como este, más aún teniendo un dueño con dinero, hay que exigirle que lo demuestre y que como mínimo haga buenas plantillas, que es justo en lo que están ahora metidos Bordalás y Corona a sabiendas de que en clave de mercado serán dos y un tambor. Esa es la esperanza, basada en que esta vez vaya la vencida: que Bordalás no sea Gracia y que Murthy y Lim no conviertan de nuevo en un despropósito lo que en primera instancia ha sido un acierto.

No vendrá otro Guedes, pero bueno sería no echarlo en falta. La complicidad de su silencio es una falta de respeto hacia una afición que se lo había pasado todo y no se lo merece. Eso ayudará a olvidar.

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