Si hay alguien que conoce perfectamente todo lo que significa el ´clásico´ de la Liga Femenina, desde el punto de vista del rival, esa es Silvia Domínguez. La base catalana pasó las últimas cinco temporadas defendiendo la elástica salmantina y ahora, con el Ciudad Ros Casares, espera asestarles un golpe anímico definitivo para lo que resta de temporada.

Mañana afrontan el ´clásico´ de la Liga Femenina ante el Perfumerías Avenida. Pese a haber jugado ya este año en Salamanca, ¿sigue siendo algo especial para usted?

—Especial ya no, más bien diferente. Fue más especial jugar allí, era la primera vez que volvía a ese pabellón y siempre son sensaciones diferentes. Ahora la verdad es que el equipo está muy bien y no prestamos demasiada atención al rival ante el que nos enfrentamos. Hay que hacer el mismo trabajo sea quién sea el rival, estamos más tranquilas y haciendo las cosas bien día a día. No obstante, sabemos que es un partido en el que hay mayor motivación, hay mucha historia y en el que seguro que querrán vengarse de su derrota en la primera vuelta.

—Pero más tiene que vengarse el Ros por lo de la temporada pasada, aunque entonces usted estaba allí...

—De un año a otro no se guardan esos rencores, más bien se van acumulando durante una temporada. Es siempre como una cuenta pendiente del último partido, y allí ganamos de casi 30 puntos. No es una diferencia real entre ambos equipos y ellas seguro que vendrán con muchas ganas.

—Por esto último que me dice, ¿cree que será un partido muy diferente al de Salamanca?

—Completamente. Para empezar nuestro equipo y su dinámica de trabajo ha cambiado, y eso se plasma en el juego. Ellas también han cambiado cosas, han incorporado jugadoras, otras se han ido y seguro que han trabajado en una línea diferente para llegar a este momento mejor.

—Ya que estamos hablando de todo esto de venganzas y demás, y cómo usted lo ha vivido en primera persona en el Perfumerías, ¿es tanto el odio que le tienen al Ciudad Ros Casares en Salamanca?

—No es odio, pero el sentimiento es recíproco. Es lo mismo de aquí hacía allí, que al revés, y vosotros que estáis aquí lo podéis ver.

—Yo, la verdad, es que me llevo muy bien con los compañeros de Salamanca que cubren al Perfumerías...

—Y nosotras también con ellas. Nunca ha habido ningún problema pero una cosa es lo que pasa dentro de la pista y otra lo que pasa fuera. Por historia la rivalidad es máxima, somos los dos equipos que casi siempre nos disputamos los títulos y es normal que se generen estas cosas.

—Pese a actuar como locales en este encuentro, ¿el hecho de tener que jugar en Llíria es un hándicap para ustedes?

—Quiero pensar que el hecho de jugar en un pabellón más pequeño atraerá a más gente y podremos ver un pabellón un poco más lleno. Prefiero verlo de forma positiva, no si como no fuera nuestra casa. Hay que hacer que el Plà de L´Arc sea nuestra casa en este partido y para eso también estamos entrenando allí antes del encuentro para aclimatarnos cuanto antes.

—En Llíria, de hecho, el baloncesto se vive de forma especial. Imagino que esperáis que eso también sirva para llevar más gente a ver un partido como este...

—Sin duda. Sabemos que en Llíria hay mucha tradición de baloncesto, que tuvo a su equipo en la ACB y esperamos que esa cultura de baloncesto les enganche para venir a vernos. Tenemos a muchas de las mejores jugadoras del mundo y creo que también es una oportunidad para la afición de Llíria. Si aquí a la gente le gusta el baloncesto y quiere ver un gran espectáculo, esta es la ocasión perfecta.

—Ganar o perder mañana no es demasiado trascendente pero ¿puede suponer un importante golpe de autoridad de cara a la Euroliga o las eliminatorias por el título?

—Este partido siempre es diferente, el orgullo está en juego más que en otros partidos. Es bueno tener un partido así antes de regresar a la Euroliga porque si ganas sales más reforzado de estos encuentros. Además, cuantos más partidos ganes ante tu máximo rival, mejores sensaciones tienes antes de afrontar el resto de encuentros. Crees más en tí en momentos en los que la mentalidad es más importante que el físico o la táctica.

—¿Para usted donde estarán las claves de este encuentro?

—Tenemos una rotación de cuatro jugadoras de enorme potencial en el juego interior, nuestra rotación en general es muy larga y es capaz de mantener el nivel. Ellas, por el contrario, en caso de faltas o problemas puede acusar la rotación. Luego tenemos la posición del ´3´ alto que les hará mucho daño. Será muy complicado defender a Lauren Jackson o incluso a Maya Moore.

—Cambiando de tema, ¿le ha costado mucho acostumbrarse a la exigencia de este club?

—Me esperaba que la exigencia fuera máxima porque yo conmigo misma soy muy exigente. Por eso no me supone ningún sacrificio, más bien todo lo contrario Cuanta más exigencia más rindes, y se ha visto que el equipo ha dado pasos adelante y que aún puede seguir creciendo.

—¿En esos pasos adelante ha sido importante para el equipo la llegada de Roberto Íñiguez?

—Hemos sacado más rendimiento y más potencial a lo que había, ya que somos las mismas jugadoras. No hablo de la forma de entrenar porque cada uno tiene la suya y todas son válidas, pero con Roberto Íñiguez hay una exigencia diaria muy alta. Con él en los partidos hay más rotación, ha conseguido que todo el mundo esté implicado y es un hecho que su llegada le ha venido bien al grupo.