Cuando uno cruza la barrera de los 40 años percibe que le cuesta más adelgazar sin cambiar ni un ápice la alimentación o el ejercicio. ¿Qué pasa? El culpable de todo es el metabolismo, que  se ha ralentizado y el cuerpo ya no quema tantas calorías como antes, por eso a los mayores de 40 les cuesta más perder peso o, lo que es lo mismo, lo que ingieren les engorda más. A esto se suma que suele acumular más grasa que antaño. Pero tranquilidad, que todo tiene solución.

Si este es tu caso, tu gran aliado son las proteínas. Los carbohidratos son combustible y las fuentes de alimentos integrales, como la fruta fresca, los cereales y las patatas nos aportan vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. Por eso, eliminar de la dieta todos los hidratos limita a nuestro organismo de poder obtener nutrientes importantes, lo que nos puede producir estreñimiento, fatiga e irritabilidad. A pesar de todo ello, a partir de los 40 años no necesitamos consumir tantos carbohidratos, por eso es inteligente reducir su consumo. Lo ideal sería que el 40% de la dieta diaria esté compuesta de hidratos de carbono. A la vez que reducimos los carbohidratos, deberemos aumentar el consumo de proteínas, ya que son un alimento termogénico, es decir, que sólo con digerirlo ya estás quemando calorías.

En general,  aquellos que comen proteínas tienden a tener menos grasa acumulada en el cuerpo. También se ha demostrado que el consumo de alimentos proteicos ayuda a acelerar el metabolismo hasta en un 30% durante algunas horas después de ingerirlos. Así lo han reflejado numerosas investigaciones, las cuales han demostrado que estos alimentos aumentan más el efecto térmico del cuerpo.

Las personas que comen proteínas tienden a tener menos grasa acumulada en el cuerpo SD

¿Qué alimentos debemos incluir en nuestra dieta?

Las barras proteicas o los batidos pueden ser buena opción para aumentar la ingesta de proteínas, pero no se debe abusar de ellas. La mejor solución es buscar alimentos que nos aporten esas proteínas necesarias en nuestra dieta diaria. Para empezar, por ejemplo, podemos comer más pollo y pavo. Ambos están repletos de proteínas, y aumentar su consumo en un 25% puede reducir los antojos en un 60%, reducir el deseo de picar por la noche y causar una pérdida de peso de casi medio kilo por semana. También el salmón puede ser una buena alternativa ya que contiene una cantidad considerable de ácidos grasos omega-3 , los cuales ayudan a reducir la hinchazón y contribuyen a la pérdida de grasa del cuerpo. La caballa, la trucha, el atún o las sardinas son también pescados grasos a tener en cuenta.

Las barras proteicas o los batidos pueden ser buena opción para aumentar la ingesta de proteínas. SD

Los huevos son otra alternativa. Contienen los nueve aminoácidos esenciales, que son esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo, ya que su falta puede provocar una disminución de la inmunidad y problemas digestivos, además de depresión, problemas de fertilidad y disminución del estado de alerta mental. Su consumo está estrechamente ligado con la pérdida de peso. Por supuesto, las verduras son siempre fundamentales. Lo sería que empezaras a consumir cinco tazas de verduras al día, ya que además de ayudarte a adelgazar te protegerá contra enfermedades y mejorará tu piel y cabello. Y por último, no te olvides de las legumbres. Numerosos estudios han demostrado que el alto contenido de proteínas de estos alimentos ocasiona un mayor gasto de energía del cuerpo en digerirlos, en comparación con aquellos que tienen pocas proteínas. Y, en concreto, una investigación comprobó que los que siguen una dieta rica en legumbres aceleraran su metabolismo y pierden mucho más peso en sólo ocho semanas que los que no lo hacen.

Beber agua, fundamental

Y si la alimentación es importante, mantener hidratado el cuerpo lo es incluso más. Parece un mito, pero beber agua realmente nos ayuda a adelgazar. Determinados estudios han comprobado que esto se produce porque acelera el metabolismo entre un 24 y un 30 por ciento, que es la energía que nuestro cuerpo gasta en realizar todos los procesos físicos y químicos. Cuanto más rápido es el metabolismo, más calorías quemamos sin hacer nada más.

Beber agua quema calorías de por sí. Y, teniendo en cuenta que el agua tiene cero calorías, estaremos pues perdiendo peso con cada trago. En concreto, beber un litro de agua quema 46 calorías. No es mucho, pero si tomamos dos litros al día, estaremos quemando 644 calorías a la semana y 2.576 al mes. Para adelgazar un kilo, se necesita tener un déficit aproximado de 7.000 calorías. Así que si bebemos dos litros al día, perderemos un kilo de peso en tres meses, y sin hacer nada más.

Si bebemos dos litros al día, perderemos un kilo de peso en tres meses. SD