Nunca es tarde si la dicha es buena. Por eso, y pese a que el verano ya ha pasado, son muchos los que han optado por ponerse a dieta. Empezar siempre es positivo y en poco tiempo podrás notar los primeros cambios. Pero más allá del aspecto de tu cuerpo, tu salud te lo agradecerá y eso es lo más importante cuando empiezas un proceso de adelgazamiento.
El verano suele ser síntoma de excesos. Vacaciones, descanso y salidas suelen marcar la vuelta a un ritmo pausado necesario para la vuelta a la realidad. A veces recuperar la forma física de antes o plantearse el objetivo de adelgazar es más complicado de lo que crees.
Por eso, lo más recomendable de primeras es llevar una dieta equilibrada y una actividad física mínima. Pero si lo que necesitas es perder peso sin obsesionarte, aquí te dejamos algunos trucos que te permitirán hacerlo sin sufrir:
Incluye estos alimentos a tu dieta
Té verde: los componentes del té verde ayudan a combatir y quemar la grasa -sobre todo en la zona abdominal-, además de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. También puede contribuir a aumentar el ritmo metabólico a corto plazo.
- Aceite de oliva: el aceite es uno de los mayores aportes de grasas saludables de la dieta mediterránea. Si bien es cierto que la comprobación a ciencia cierta sobre su aporte al adelgazamiento, el aceite de oliva se convierte en la mejor opción para incluir grasas dentro de una dieta de adelgazamiento.
- Jengibre: el uso del jengibre está cada vez más extendido. Las propiedades del jengibre ayudan expulsar los gases. Su consumo además es muy sencillo: en zumos, té, en polvo o como aderezo en cualquier comida.
- Café: el café tiene muchos beneficios para la salud. Este alimento puede contribuir a la hora de adelgazar porque frena la hormona asociada a la saciedad.
- Piña: es un alimento diurético, ampliamente utilizado para eliminar toxinas del cuerpo, ya que ayuda a eliminar agua del organismo. No solo la piña tiene esta capacidad: la avena, la remolacha y el apio también contribuyen a acabar con la retención de líquidos.
Consume las naranjas enteras, no en zumo
Comer una naranja entera es preferible a exprimirla y consumirla como un zumo. En ambos casos el azúcar entra en el cuerpo, pero una naranja incluye la fibra que no incluye un zumo al exprimirse.