El acúfeno es la percepción de sonido en ausencia de una señal sonora exterior. La mayoría de las veces suele ser un sonido parecido a un pitido o una interferencia eléctrica y se puede notar en uno o ambos oídos o tener la sensación de que se genera en el interior de la cabeza.

En cualquier caso, son unos sonidos que producen una muy desagradable sensación en aquellos que los padecen. 

El origen de los acúfenos puede encontrarse en toda la extensión de la vía auditiva y puede haber muchas causas que lo generen.

De hecho, según los expertos, hasta la fecha los acúfenos se han relacionado con:

  • Exposición a ruido intensos o fuertes,
  • Traumatismos
  • Tapones de cerumen
  • Presencia de cuadros de estrés elevado. 

Pero cada vez es más frecuente en las consultas la llegada de pacientes que tienen acúfenos y cuyo origen se relaciona con problemas cervicales o de mandíbula. 

Acúfenos somatosensoriales

Como explica la doctora Isabel Cardoso López, otorrinolaringóloga de Vithas Madrid Arturo Soria y responsable de la unidad de acúfenos:

  • "A este tipo de acúfenos que se produce por bruxismo o problemas de columna se les llama acúfenos somatosensoriales, y suelen aparecer con los movimientos del cuello, la posición de la mandíbula o la manipulación de las estructuras del esqueleto craneal, facial y cervical",

En cuanto a por qué se producen, la especialista señala que su aparición se debe a los núcleos de la columna dorsal que integran la información auditiva y la de la posición cervical. 

“La información auditiva y la propiocepción cervical y mandibular convergen en el sistema nervioso central en condiciones normales. Y por ello, cuando existe patología en estas localizaciones podemos encontrar como respuesta la aparición de un acúfeno o el empeoramiento de uno que ya existía", explica la doctora Cardoso.

Además, destaca que su aparición o empeoramiento puede estar también relacionada con estados de estrés, de sobrecarga laboral, así como el sedentarismo o la exposición a pantallas, ya que estos hábitos de vida suelen producir contracturas cervicales o bruxismo.

Descontracturar la mandíbula o las cervicales es esencial para tratar los acúfenos somatosensoriales.

Tratamiento multidisciplinar 

Una vez localizado el origen del acúfeno hay que iniciar el tratamiento para abordar estos desagradables ruidos.

En la Unidad de Acúfenos se lleva a cabo acciones específicas bien para eliminarlos o, al menos, para mejorarlos. Y buscan identificar las conductas que los desencadenaron para evitar su recaída. 

En el caso de acúfenos con un origen cervical o mandibular, el trabajo de un fisioterapeuta va a ser fundamental.

Este especialista va a buscar descontracturar la musculatura en tensión con terapia manual, y también descontracturar la musculatura intrabucal incidiendo en la articulación temporomandibular (ATM). 

Por otro lado, el tratamiento de este tipo de acúfenos también va a requerir un trabajo de logopedia y foniatría.

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De esta manera se enseña al paciente instaurar un patrón correcto respiratorio a través de técnicas de relajación, y a situar la lengua correctamente dentro de la boca durante la respiración.

Además, el paciente necesita aprender diferentes ejercicios y estiramientos orofaciales para relajar la zona a tratar y, de esta manera, evitar o reducir esos molestos pitidos o ruidos.