En las últimas décadas, España ha duplicado las tasas de incidencia de cáncer de piel: se diagnostican más de 300 pacientes con melanoma cutáneo cada mes.

Y las personas que han sufrido más de cinco quemaduras solares a lo largo de su vida, tienen el doble de riesgo de padecer la forma más grave de cáncer de piel.

Tras dos años de pandemia, este verano está marcado por la recuperación del ocio estival, las escapadas a la playa y las exposiciones solares directas. Y es que la radiación ultravioleta UVB y UVA juegan un papel fundamental en el desarrollo de cáncer de piel. También en el envejecimiento prematuro. 

  • “La prevención primaria, a través de hábitos saludables ante el sol, contribuye en la reducción de la incidencia del cáncer de piel, mientras que con prevención secundaria, mediante una detección precoz, pueden reducirse las cifras de mortalidad de melanoma y de otros tipos de cáncer de piel”, explica el doctor Agustín Buendía, director de la Fundación Piel Sana de la AEDV.

Después de una sobreexposición a los rayos solares se puede producir una quemadura solar, que no deja de ser una reacción de la piel. Aunque los primeros signos pueden no aparecer durante las primeras horas tras la quemadura, el efecto total puede llegar a tardar más de 24 horas.

Las señales más evidentes son piel roja y sensible, caliente al tacto, y en los casos más graves: ampollas y fiebre, escalofríos e incluso náuseas. Si se padece cualquiera de estos últimos síntomas, se debe consultar con un facultativo.

Cómo tratar las quemaduras solares

  • Beber abundante agua.
  • Aplicar un paño frío y húmedo (tres o cuatro veces al día).
  • Utilizar cremas emolientes y calmantes, como pueden ser los conocidos after sun, para aliviar la sintomatología de las quemaduras solares.
  • Si se siente dolor, tomar analgésicos de venta libre después de la exposición solar.

Qué no se debe hacer nunca

  1. Aplicar hielo. Es uno de los remedios más comunes. El hielo es un vasoconstrictor e impide la inflamación, pero puede aumentar el daño térmico y empeorar los síntomas propios de las quemaduras solares.
  2. No usar benzocaína, lidocaína o vaselina, ya que estos componentes podrían irritar aún más la piel o producir una reacción alérgica.
  3. Evitar el uso de jabón para lavar la zona afectada.

Cómo evitar las temidas quemaduras solares

Estos son los consejos que se deben seguir a rajatabla para disfrutar del sol con responsabilidad y no sufrir quemaduras solares, según la Fundación Piel Sana de la Fundación AEDV:

  1. Utilizar ropa de trama tupida, no elástica, preferiblemente de algodón y color oscuro. 
  2. Priorizar el uso de complementos como gorras, sombreros, pañuelos y gafas de sol. 
  3. Evitar la exposición durante las horas centrales del día, es decir, entre las 12 y las 16 horas, con el objetivo de reducir considerablemente la probabilidad de sufrir quemaduras. 
  4. Hacer uso de sombrillas tanto en la piscina como en la playa.
  5. Evitar quedarse dormido al sol. 
  6. Hidratarse por dentro (bebiendo al menos 1,5 litros de agua) y por fuera (aplicando crema hidratante tras la exposición solar). 
  7. Utilizar un fotoprotector solar adecuado a cada tipo de piel y zona específica del cuerpo con un SPF igual o superior a 30. Se debe aplicar media hora antes de la exposición solar con la piel limpia y seca (sin olvidar los labios, las orejas, y el cuero cabelludo). 
  8. Reaplicar la crema solar después de cada año. 

Y ante cualquier cambio percibido en la piel, “se trate de una lesión nueva o antigua y con apariencia diferente a otras manchas”, se debe acudir a un especialista. Además, “se recomienda prestar atención a posibles cambios de forma o color, picores, escozor o dolor”.