La conoció en Pof, un portal de internet para buscar pareja. Allí, para conquistar a la mujer, de 34 años y catalana, se describió en 2015 como un "niño de papá, guapo y deportista, que trabajaba en una importante empresa familiar dedicada a invertir en otras entidades catalanas".

Este jueves, Albert Cavallé, conocido como el 'estafador del amor', se sienta en el banquillo de la Audiencia de Barcelona, acusado de engañar a su primera novia para que quedarse con 60.000 euros, un vehículo Jeep Cherokee, un ordenador portátil, un televisor y un teléfono móvil, según ha sabido CASO ABIERTO, el canal de Investigación y Sucesos de Prensa Ibérica.

Tres condenas

Tanto la fiscalía como la acusación particular piden para Cavallé ocho años y medio de cárcel, la pena más alta a la que se ha enfrentado hasta ahora el barcelonés, que ya cuenta con al menos tres sentencias condenatorias por estafa y al que 23 mujeres han acusado de embaucarlas para quitarles dinero y objetos de valor.

Según su escrito de acusación, Cavallé inició en diciembre de 2015 una relación sentimental con la denunciante "con la única finalidad de granjearse su estima y credibilidad a fin de obtener el mayor beneficio económico posible a costa de ella". Así, en enero de 2016, convenció a la mujer para que suscribiese varios préstamos bancarios a su favor.

El acusado "manifestó a la que era su pareja sentimental que se hallaba pasando una mala situación económica debido a que la empresa familiar de su padre se hallaba embargada, no pudiendo disponer de dinero de sus cuentas corrientes al tenerlas bloqueadas", afirma el fiscal. La denunciante explicó a EL PERIÓDICO en 2018 que Cavallé la convenció diciendo que "en ocasiones, los negocios de su padre bordeaban los límites legales, que Hacienda les había pillado y les había cerrado la empresa y necesitaba dinero para pagar las multas y los abogados”.

"Un gran patrimonio"

Una situación que, según el ministerio público, era "totalmente ficticia". El hombre "le hizo creer" a quien fuera su novia que "disponía de un gran patrimonio y que le devolvería las sumas de dinero que le dejase". Cavallé añadió que "si no pagaba las deudas que tenía podría ir a la cárcel e incluso tendría que pedir el dinero a prestamistas que acudirían a cobrar a casa de la denunciante y de sus familiares".

La mujer, que entonces pensaba que estaba ayudando al hombre que la “enamoró” en una situación “de vida o muerte”, fue entregándole distintas cantidades, hasta llegar a 60.000 euros. Según averiguó luego, el dinero sirvió para sufragar "el alto tren de vida" del presunto estafador: "Se gastó mis ahorros en putas, coca y hoteles de lujo", lamentaba en declaraciones a EL PERIÓDICO hace tres años.

Además de los préstamos que la mujer firmó, confiando en que su pareja le devolvería el dinero, Cavallé solicitó otros "sin el consentimiento" de ella y suplantando la identidad de su novia, utilizando "su fotografía del DNI y demás datos personales", según detalla la fiscalía. Además, "se apoderó de bienes de la denunciante que él había recibido de ella con el fin de que los usara temporalmente".

Reconoció la deuda

Una vez destapado el presunto fraude, cuando la mujer le pidió explicaciones, Cavallé firmó el 29 de mayo de 2016 un "documento de reconocimiento de deuda por importe de 60.000 euros, simulando que se comprometía a devolver 3.000 euros al mes" a la mujer, pero finalmente "no abonó un solo euro", asegura el fiscal.

Cuatro meses después, el 19 de septiembre, fecha en que debía empezar a resarcir su deuda, el presunto estafador se presentó en la comisaría de Sarrià-Sant Gervasi y denunció que cuando iba con su pareja por la calle "tres individuos, amigos de su novia, le habían rodeado y le habían hecho firmar una serie de documentos, que le metieron en un Citroën blanco muy antiguo, del que no recordaba la matrícula y que además le quitaron la cartera y le amenazaron con matarle si iba a la policía".

Tres delitos

Cavallé será juzgado por tres delitos: uno continuado de estafa con abuso de relaciones personales (por el que le piden 5 años de prisión), un delito continuado de apropiación indebida (3 años y medio) y un tercero de acusación falsa (15 meses de multa). Su abogado, David Sans, niega la estafa y asegura a CASO ABIERTO que la mujer "solicitó los préstamos voluntariamente".

El fiscal recuerda en su escrito que la denunciante necesitó "asistencia psicoterapéutica y médica a consecuencia de la relación vivida" y el presunto engaño por parte de Cavallé, sufrió un "trastorno adaptativo con ansiedad y distimia asociadas" y requirió "curación durante 275 días".