Combustión

Una mujer muere tras prenderse su pelo con un cigarro en una residencia en Zaragoza

Los Bomberos de Zaragoza acudieron a la llamada de alerta de la residencia y llevó a la mujer con heridas de gravedad al hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde se certificó su muerte

Una ambulancia llega a las Urgencias del hospital Miguel Servet, en Zaragoza, el pasado día de Navidad. / ÁNGEL DE CASTRO

Una ambulancia llega a las Urgencias del hospital Miguel Servet, en Zaragoza, el pasado día de Navidad. / ÁNGEL DE CASTRO

L.M.G.

Una mujer de 77 años murió este miércoles al prenderse fuego mientras fumaba en el interior de la residencia de ancianos Vitalia, situada en la localidad zaragozana de Santa Fe.

La mujer estaba fumando cuando estaba usando una máquina de oxígeno, momento en el que, según está investigando la Guardia Civil, se produjo una chispa que entró en contacto con su cabello, produciéndose una combustión que le provocaron quemaduras en el 60% de su cuerpo. El uso de laca, sustancia altamente inflamable, junto con el suministrador del gas habrían hecho que se extendiera rápidamente las llamas.

Los Bomberos de Zaragoza acudieron a la llamada de alerta de la residencia sobre las 16.30 horas y llevaron a la mujer con heridas de gravedad al hospital Miguel Servet de Zaragoza. Una vez allí fue trasladada a la Unidad de Vitales donde se certificó su fallecimiento.

En la residencia están consternados. Dos auxiliares de enfermería que fueron testigos de lo ocurrido acudieron en su auxilio y lograron apagar las llamas con la ayuda de un extintor y una manta.

En el 2015, en otra residencia de Santa Fe, se vivió el peor incendio en instalaciones de este tipo en todo el siglo XXI en España hasta la tragedia de Moncada, en Valencia. Murieron nueve ancianos. Supuso un antes y un después en las residencias aragonesas, ya que se impulsó una inspección en toda la comunidad con el objetivo de incrementar las medidas de seguridad en caso de situaciones de riesgo y provocó el cierre de seis en octubre de ese mismo año, unos meses después de lo sucedido.

Poco antes de la medianoche del 11 de julio se produjo un fuego en un colchón de una habitación que se encontraba vacía en la primera planta. Más tarde se supo que Carmen Alejandre Soriano, una interna, fue quien originó el fuego, por lo que fue condenada a 61 años y quince días de prisión con cargos de nueve delitos de homicidio, nueve de lesiones y otro de incendio. En su declaración ante el juez “juró” que no había prendido el fuego.