Los hechos tuvieron lugar este viernes por la tarde, en el módulo 1 de la prisión de Sangonera, en Murcia. Tal y como indican fuentes cercanas al caso, lo que pasó fue que varios internos tenían permiso para efectuar videollamadas con sus familiares, ya que estos se encontraban en el extranjero y no tenía otra forma de comunicación con sus allegados más que ese. Sin embargo, tres reclusos que no estaban apuntados en la lista para contactar con sus familiares se enfadaron.

Entonces, detallan las mismas fuentes, estos tres presos comenzaron a amenazar de forma verbal a los funcionarios presentes. Dada la agresividad que mostraban, según los testigos, a uno de los reos se lo llevaron a aislamiento. En el transcurso del trayecto, el hombre llegó a golpearse de forma voluntaria la cabeza contra un cristal, el cual llegó a fracturar.

Una docena de internos se sumaron al amago de motín e incluso intentaron echar abajo la puerta para salir del módulo, aseguran funcionarios de prisiones. Uno de los reclusos rompió una mesa de ping pong.

Falta personal

La intentona, en la que nadie salió herido de gravedad, se saldó con tres presos en aislamiento. "Fue un milagro que no lograsen abrir la puerta del módulo y salir", aseguran testigos. En el momento del incidente había únicamente dos funcionarios de prisiones para todo el módulo.

Desde Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) insistieron en que situaciones así ponen en riesgo la vida de los trabajadores del penal y reiteraron que es urgente dotar de más medios a las prisiones.

Se da la circunstancia de que los hechos tuvieron lugar en el denominado 'módulo de respeto', que se ha convertido, subrayan testigos, en "una olla a presión", donde hay más gente de la que debería porque han llevado a personas de otros módulos, por las obras que se están acometiendo en la prisión.