Un hombre ha aceptado nueve años de prisión por apuñalar con un cuchillo a una joven de 22 años, sin matarla, en una zona boscosa de la montaña de Collserola (Barcelona) en octubre del 2020, disfrazado con un mono azul y con una máscara de terror para recrear una escena de la película de terror 'Scream'.

En el juicio, que se ha desarrollado este miércoles en la Audiencia de Barcelona con la lectura del acuerdo de conformidad entre las partes, el acusado ha aceptado los hechos, por lo que será castigado a cinco años menos de cárcel de los 14 que reclamaba la Fiscalía en un inicio.

En su escrito provisional, el ministerio público describe que el procesado acudió disfrazado a una zona boscosa que conocía, en el término municipal de Cerdanyola del Vallès (Barcelona), con un plan preconcebido de asesinar a una persona recreando una escena de una película de terror a las que era aficionado.

El procesado identificó a su víctima, sigue el ministerio público, paseando a su perro y distraída mirando la pantalla del móvil. Tras asegurarse de que no había más personas en la zona y sabiendo que el lugar era poco frecuentado, el procesado se aprovechó de la soledad de la joven y le asestó una cuchillada a la altura del abdomen "guiado por el propósito de acabar con su vida", remarca la Fiscalía.

La herida, detalla el ministerio púbico, era profunda, y la víctima comenzó a sangrar y a pedir auxilio; por suerte, varias personas que estaban cerca la auxiliaron y llamaron a los servicios de emergencia, que la pudieron trasladar rápidamente al hospital Parc Taulí de Sabadell (Barcelona) y salvarle la vida. Considerando el arma empleada y la zona y la profundidad de la herida, remarca al Fiscalía, si no se le hubieran tratado casi de inmediato de las heridas, la víctima habría tenido muchas posibilidades de morir.

El procesado, concluye el ministerio púbico, se desentendió de la víctima, desechó su ropa y las máscaras en el bosque y, posteriormente, tiró su cuchillo en las inmediaciones de la estación de Renfe de Cerdanyola del Vallès.

Los agentes pudieron identificar al autor de la tentativa de asesinato a través del justificante de compra que el hombre había olvidado en la ropa que abandonó en el bosque, que a su vez los dirigió a las tiendas de Manresa en el que había comprado su disfraz, donde había pagado con una tarjeta de crédito a su nombre.

Cuando lo detuvieron, ha explicado un mosso d'esquadra en el juicio, el procesado salía de su domicilio acompañado por su familia, y la mujer les confirmó que su esposo había llegado a casa de madrugada, vestido con un buzo azul y sin la ropa que llevaba puesto cuando había marchado.

La víctima sufrió una herida en el lado izquierdo de la zona abdominal que necesitó de intervención quirúrgica inmediata y pasó seis días ingresada en el hospital, aunque la rehabilitación duró mucho más: estuvo de baja hasta febrero del 2021 y recibió dos meses de apoyo psicológico por el impacto del apuñalamiento.

Los hechos son constitutivos de un delito de tentativa de asesinato, por lo que, atendiendo al acuerdo entre las partes, se le condena, además de a los nueve años de prisión, a seis años de libertad vigilada y a 23.000 euros de indemnización.