Un nuevo caso de descarga y distribución de pornografía infantil llega a la Audiencia Provincial de CastellónSerá este viernes, a partir de las 10.00 horas, cuando un hombre se siente en el banquillo a enfrentarse a una pena de prisión de ocho años por tener más de 3.000 archivos pedófilos en su poder.

La Fiscalía lo acusa de un delito de corrupción de menores tras localizar en varios dispositivos electrónicos ocultos su vivienda de Castellón miles de vídeos y fotografías de contenido pornográfico protagonizadas por menores.

Según sostiene el Ministerio Público en su escrito de acusación provisional, el 17 de enero de 2018 se practicó la entrada y registro en el domicilio del procesado, donde los agentes se incautaron de los vídeos y las fotografías. Al parecer, el susodicho se hacía con este material a través de redes P2P, que permiten el intercambio de archivos, llegando también a compartir dichas imágenes con terceras personas.

Once discos duros

Esta actividad del acusado fue detectada por miembros de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Judicial (UDEV). En los 11 discos duros requisados al detenido había archivos en los que se veía a niños mostrando sus genitales, manteniendo relaciones entre ellos o también con adultos. Además, se encontraron conversaciones del procesado con terceros, solicitándose mutuamente archivos de esta naturaleza. Los agentes también tuvieron constancia de la instalación del programa Ares, que permite compartir y descargar.

Además de los ocho años de prisión, el fiscal pide otros cinco de libertad vigilada y la prohibición de ejercer cualquier tipo de profesión relacionada con menores durante 11 años.

A principios de este año la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón condenó a una pena de prisión de cinco años por un delito de corrupción de menores en la modalidad de distribución de pornografía infantil a un hombre de 56 años de edad que se descargó más de cien archivos de contenido pedófilo a través de diversos programas.

Los mismos años de prisión le impuso el tribunal de la Sección Primera en diciembre del 2020 a un vecino de Segorbe que tenía más de 5.000 archivos de extrema dureza de sexo entre niñas, adultos y animales. Aunque el procesado se ocultaba en la dark web (sitios con fines delictivos o contenido ilegal), el abandono de un disco duro cargado de archivos de contenido sexual protagonizados por menores permitió a los agentes llegar hasta el ahora sentenciado.

Cabe recordar que fue un vecino quien, por casualidad y mientras daba un paseo por el camino del Campo de la localidad, encontró una bolsa con ropa y un disco externo. Esta persona decidió llevarse el aparato informático a su domicilio y, al conectarlo al ordenador, descubrió gran cantidad de archivos de pornografía infantil, por lo que lo llevó al cuartel.