Agentes de la Policía Nacional y Policía Local de Málaga han detenido a dos mujeres, de 24 y 45 años, como presuntas responsables de los delitos de hurto y estafa, al sustraer la cartera de personas de avanzada edad y retirarles el dinero de la pensión en cajeros automáticos próximos.

Las investigadas, fueron pilladas infraganti el pasado 30 de mayo, en las inmediaciones de una sucursal del barrio de Cruz de Humilladero. Las dos mujeres acababan de cometer un nuevo hurto y reintegraron 600 euros de una cuenta bancaria. Agentes de la Policía Local procedieron a su inmediata detención.

Se trataba, como han explicado desde la Comisaría Provincial de la Policía Nacional en un comunicado, de delincuentes itinerantes, que vigilaban de cerca las operaciones que realizaban los clientes, normalmente de avanzada edad, en entidades bancarias para, seguidamente, perseguirlos y sustraerles la cartera.

Tras el hurto, estas mujeres se dirigían a los cajeros automáticos más próximos al lugar y realizaban varias retiradas de efectivo. La investigación ha permitido esclarecer 12 hechos ocurridos desde el pasado año, donde las detenidas se habrían beneficiado de más de 11.130 euros. Las diligencias fueron puestas a disposición del Juzgado de Instrucción número 7 de Málaga.

Las averiguaciones se iniciaron a raíz de la denuncia presentada por una septuagenaria. La misma acudió a su sucursal bancaria para actualizar la cartilla y retirar efectivo, comprobando días después que había sufrido varios reintegros de efectivo por parte de personas desconocidas. En los días siguientes se sucedieron nuevas denuncias de igual naturaleza, enumerando los agentes hasta cuatro hechos en poco más de una semana.

De las pesquisas realizadas, se obtuvieron datos de dos mujeres, presuntas autoras de los hechos, quienes actuarían en zonas de gran afluencia y cercanas a entidades bancarias, generalmente, en los días de cobro de las pensiones. En el lugar elegían a sus objetivos, personas de avanzada edad, que operaban en los cajeros automáticos de las entidades, acercándose una de las investigadas a una posible víctima, con el propósito de visualizar el número de seguridad de la tarjeta bancaria.

Posteriormente, la víctima era seguida por las dos mujeres, hasta que encontraban el momento oportuno para sustraerle --al descuido-- la cartera a su objetivo. Seguidamente, se dirigían a los cajeros más próximos, con el fin de realizar con la tarjeta bancaria sustraía --y el pin visualizado y memorizado-- reintegros fraudulentos.