La Audiencia de Alicante ha condenado a penas que suman cuatro años de prisión a un hombre que se disfrazaba de oso panda para abusar sexualmente de las niñas que se acercaban para hacerse fotos con él en la vía pública en Benidorm, según la sentencia a la que ha tenido acceso Información, diario integrante del grupo Prensa Ibérica al igual que este medio. Las víctimas eran dos niñas de diez y once años de edad. El hombre se declaró culpable en una vista celebrada este lunes en la Audiencia de Alicante y cerró una conformidad con la Fiscalía, que inicialmente le pedía seis años de prisión .El acuerdo que implica la sustitución de esta condena por la expulsión del territorio nacional durante un periodo de diez años, cinco años por cada delito.

Los hechos ocurrieron sobre las 17.00 horas del 9 de noviembre de 2019 en la céntrica calle Emilio Ortuño de Benidorm. El fallo considera probado que el acusado, de nacionalidad ecuatoriana se ofreció a un grupo de niñas para que se hicieran fotos con él mientras se encontraba disfrazado de oso panda. Aprovechando que las menores se habían colocado a ambos lados para tomarse la fotografía, movido por una evidente intención de satisfacción sexual, palpó con su mano de manera reiterada las nalgas de la una niña, que tenía entonces once años de edad, y que se apartó del lugar asustada, relata el fallo. A continuación, y con la misma intención lasciva agarró las nalgas de otra menor, de diez años, durante todo el tiempo que transcurrió mientras se hacían la foto. Las dos menores alertaron de lo que les había ocurrido, lo que dio pie al arresto del ahora condenado.

El procesado se declaró culpable de los hechos en el juicio celebrado este lunes en la Audiencia Provincial y aceptó que la pena de prisión se le sustituya por expulsión del territorio nacional. El fallo le condena a dos años por cada uno de los dos delitos de abuso sexual, que será sustituidos por cinco años de expulsión del territorio nacional por cada delito. En el caso de que incumpliera esta restricción, tendría que ingresar en la cárcel para cumplir la condena impuesta.

El fallo le impone también una orden de alejamiento que le impide acercarse a los dos víctimas durante cinco años; al tiempo que le inhabilita durante seis para cualquier oficio que conlleve el contacto regular y directo con menores de edad. La sentencia le condena también a cinco años de libertad vigilada, así como a indemnizar a las pequeñas con 500 euros a cada una de ellas. La resolución es firme y contra ella no cabe recurso alguno.