La investigación judicial para dirimir responsabilidades por la muerte de Vera y Cayetana, las dos niñas de 4 y 8 años fallecidas en enero pasado tras el accidente del castillo hinchable que voló por los aires tras una última ráfaga de viento, no deja de destapar situaciones sorprendentes. Entre ellas, que el presidente de la Asociación de Feriantes de València y organizador de la Feria de Navidad de Mislata, José Antonio M. A., lleva sin estar dado de alta ni en el impuesto de actividades económicas ni en el régimen de autónomos desde 2013.

Así lo reconoció él mismo durante su comparecencia en el juzgado como investigado por los dos homicidios imprudentes de las niñas. Y lo argumentó. A preguntas de la acusación particular, admitió sin ambages que "está de baja de autónomos desde 2013 porque hubo una crisis" y que "trabaja en la feria sin estar de alta en autónomos ni de alta fiscal porque cuando estaba en activo, perdió su coche, su casa y el camión".

Ese hecho no le impidió ser la persona que contactaba con los ayuntamientos para ofrecerse como feriante y solicitar la instalación de las atracciones, no solo en Mislata, donde explicó que con quien hablaba en el consistorio era "con el concejal de Fiestas, Toni Arenas"" sino en muchos otros municipios: Burjassot, l’Eliana, Moncada, Oliva... Y ninguno de ellos detectó que estaban gestionando las instalaciones feriales con un empresario que llevaba años de baja como tal.

No hay concurso

En el caso de Mislata, el investigado afirma que tras hablar con el edil de Fiestas, este "le puso en contacto con sus colaboradores y con el técnico" y también admitió que "normalmente no concurre con otros feriantes" para obtener el visto bueno municipal que le permite el montaje de las atracciones.

No es la única irregularidad administrativa reconocida por los feriantes en sede judicial. El yerno de José Antonio M. A., que es quien figura como propietario del castillo hinchable Humor Amarillo La Selva que voló por los aires el 4 de enero, admitió en sede judicial que "no suele tener gente contratada" como monitores, ya que esa función, dice, la realizan los miembros de la extensa familia de feriantes.

Cuando el fiscal volvió a preguntarle por las personas que realizan el montaje de la atracciones, el dueño del castillo, Alejandro C. S., reiteró que esa labor la realizan "los propietarios, su familia y eventualmente se coge a uno o a dos cuando hay mucho trabajo" y agregó que "se da de alta en la Seguridad Social a quienes van a tener tiempo; a los que van a estar poco tiempo, no".

Desde el primer momento, las acusaciones sospechan que el joven al que 13 testigos describen como el monitor que validaba los tiques y controlaba los tiempos de los niños en el hinchable no tenía contrato. De nuevo, Alejandro C. S. negó la existencia de ese joven y sostuvo que era él el único que estaba ese día atendiendo a los niños que jugaban en el castillo. Incluso llegó a afirmar que, cuando se produjo el siniestro, él estaba "a 10 o 15 metros" del hinchable.

Cinco días para identificarlos

Cuando se le pidió que identificase a esos jóvenes que tanto él como su suegro sostienen que trabajan casi voluntariamente en las ferias, el dueño del Humor Amarillo respondió que "podría identificar a los que van más asiduamente" y que "hay gente que los sigue" de feria en feria. Tras escucharle, la jueza le ha dado cinco días para que aporte esos nombres y apellidos, con sus correspondientes teléfonos de contacto.

Respecto de esos ayudantes, en esta ocasión a preguntas del fiscal, aseguró que "de vez en cuando cogen a alguno de esos chicos", que, según él, "los conocen de hace muchos años", para que "echen una mano aparcando coches o recogiendo tiques", pero solo "si les hace falta". Incluso afirmó que "no vienen todo el día, solo un rato, dos horas o así" y que, a cambio, "se les da algún aporte metálico o invitaciones para los coches de choque o así, para pasar el día".