Un castellonense de 67 años ha sido condenado a dos años y ocho meses de prisión por el maltrato físico y psicólogico a su pareja sentimental, a quien también amenazaba de muerte y sometía. El hombre, según considera acreditado la Audiencia Provincial de Castellón, le decía a su novia que debía hacer lo que él quisiera porque la mujer "estaba por debajo del hombre". Aludiendo a la raza de ambos, le decía también: "Te voy a convertir en una gitana de verdad", en tono amenazante. 

En un episodio violento recogido en la sentencia la víctima llegó a orinarse encima de miedo. El hombre le profería insultos como "hija de puta", "golfa", "zorra", "un día de estos te mato" y le decía que "debía aguantar como una gitana, ya que las demás aguantan". En este sentido, el condenado hacía alusión a supuestas normas como que las mujeres no podían levantarse antes que los varones. "Yo soy el hombre y mando" o "la mujer está por debajo del hombre" eran algunas de las expresiones que profería.

Por lo que respecta a las agresiones físicas sufridas por la víctima, el tribunal considera acreditado que le dio empujones contra la pared y que en una ocasión le pegó un mordisco en la cara. 

Finalmente, el día 25 de mayo de 2019, después de que la mujer le manifestase e hiciera creer al acusado que ella haría todo lo que él quisiera, este accedió a que salieran de la vivienda, lo que ella aprovechó para esconderse en casa de su madre, donde estuvo oculta varios días y luego se marchó a Valencia para intentar no ser localizada por el condenado.

Días después, el hombre le pidió que volvieran a intentarlo y ambos mantuvieron una conversación en una cafetería. La mujer la grabó y la misma recoge amenazas tan explícitas como «si no te tengo, prefiero que te chafe un camión y si no que te mate un sobrino mío con el coche"

Durante esa conversación, la mujer también le solicitó reiteradamente al acusado que le devolviera unas fotografías íntimas que ella se hizo voluntariamente y que le hizo llegar cuando él estaba interno en un centro penitenciario por otros hechos previos.

El tribunal lo condena como responsable de dos delitos de coacciones, uno de maltrato en materia de violencia de género y otro de amenazas leves. Asimismo, le prohíbe aproximarse a la mujer y tener permiso de armas.

Durante el juicio, recogido el pasado mes de julio por este diario, la víctima negó los hechos y tuvo que acudir a la sala custodiada por dos agentes, puesto que en dos ocasiones anteriores no se había presentado y había sido puesta en búsqueda y captura. "Lo quiero y quiero estar con él", dijo la mujer para sorpresa de todos.