Constantín Gabriel Dumitru, el presunto autor del robo millonario de botellas de vino en el restaurante Atrio de Cáceres el 27 de octubre de 2021, ha negado este martes en un juicio que cometiera el hurto de una de whisky valorada en 5.250 euros en una tienda "gourmet" del barrio de Salamanca de Madrid en mayo de 2019.

En la vista celebrada en el Juzgado de lo Penal número 8 de Madrid la fiscal ha mantenido su petición de un año y medio de cárcel para el acusado, de 48 años y de nacionalidades rumana y holandesa, así como que indemnice a la empresa de la tienda en 3.720 euros y a la compañía aseguradora en 1.529.

El acusado ha declarado por zoom desde el centro penitenciario de Cáceres, donde se encuentra en prisión provisional desde que fue detenido junto a Priscila Lara Guevara, exmiss mexicana de 29 años, por el robo de 45 botellas en el hotel-restaurante Atrio valoradas en 1,6 millones de euros.

Ambos fueron detenidos en julio de 2022 en el puesto fronterizo croata de Karasovicu Sutorina cuando procedían de Montenegro.

El acusado ha declarado que era cliente habitual de la tienda Lavinia situada en el número 16 de la calle de José Ortega y Gasset de Madrid ya que vivía en la cercana del General Díaz Porlier pero ha recalcado que nunca se llevó botella alguna sin pagar.

La fiscal ha estimado que ha quedado acreditado que Constantín Gabriel Dumitru cometió el hurto con el visionado de la grabación de la cámara de seguridad del local, de las declaraciones del representante legal y de la encargada de la tienda y los testimonios de policías que le detuvieron el 8 de agosto de 2017 cuando salía del establecimiento con su hija.

Durante su informe la fiscal ha relatado que sobre las tres y media de la tarde del 7 de mayo de 2019 el acusado sustrajo del local una botella de whisky de la marca Balvenie valorada en 5.250 euros que se encontraba en un área reservada para bebidas de alto coste denominada La Cava y que no ha sido recuperada aún al igual que las de vino robadas en el restaurante Atrio de Cáceres.

El representante legal de la empresa de la tienda ha declarado que el acusado entró en La Cava con un vendedor ya que para acceder es necesario abrir con la huella dactilar y que aprovechando que el empleado entró en otra dependencia cogió la botella y se la escondió en un chaleco, lo que constató al ver la grabación de las cámaras de seguridad.

La encargada de la tienda ha testificado que reconoció al acusado cuando visionó las imágenes como cliente y que cuando le vio al regresar a la tienda en agosto avisó a la Policía, tal como le habían indicado.

Tres policías nacionales han declarado que tras recibir el aviso de la tienda se personaron en el lugar y detuvieron al acusado al que reconocieron con el visionado de la grabación de la cámara de seguridad como presunto autor del hurto.

La abogada defensora, Silvia Córdoba, ha estimado que no ha quedado acreditado que su cliente se llevara esa botella ni que la que figura en el video sea la valorada en 5.250 euros que asegura la empresa del establecimiento.

"Blanco y en botella no siempre es leche", ha dicho la letrada, que ha pedido la absolución de su representado y en caso de condena que se le aplique la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas.