EL ACUSADO NIEGA LOS HECHOS

Juicio por agresión sexual en Castellón: "Me quitó la ropa y me obligó a mantener relaciones"

La denunciante, que declara por videoconferencia desde Rumania, sostiene que el acusado la amenazó, golpeó y violó en Benassal en el 2018

Sara Ríos

Visto para sentencia. La Audiencia Provincial de Castellón ha celebrado el juicio contra un hombre de 41 años acusado de violar, golpear, amenazar e insultar a su pareja, en el verano del 2018, en la casa que compartían en Benassal. El procesado se enfrenta a 13 años de cárcel, uno menos de lo que la Fiscalía solicitaba inicialmente, debido a que el Ministerio Público decidió, en sus conclusiones finales, eliminar el delito de amenazas al considerar que no quedó probado en sala dicho extremo. De todos modos, sí mantuvo los otros dos delitos de los que se les acusaba, es decir, el de maltrato y otro continuado de agresión sexual.

La vista resultó algo compleja debido a que, tanto el acusado como la presunta víctima, necesitaron un traductor para responder a las preguntas formuladas por las partes dado que ambos son de nacionalidad rumana. Además, la mujer declaró por videoconferencia desde los juzgados de la capital de Rumania, Bucarest, así como uno de los testigos.

El primero en declarar fue el procesado quien negó todas las acusaciones. "Eso es mentira", respondió a cada una de las preguntas formuladas para saber si había pegado, amenazado o agredido sexualmente a la denunciante.

Declaración de la presunta víctima por videoconferencia desde Rumania

Por su parte, la mujer, aunque con algunas imprecisiones en su relato, que pueden deberse al tiempo transcurrido o a los condicionantes de su declaración, ya que no habla español ni estuvo presente en sala, se ratificó en la declaración realizada durante la instrucción donde narro dos episodios de agresión sexual"Me quitó la ropa y me obligó a mantener relaciones sexuales. Yo le dije que no quería hacer nada", aseguró, al tiempo que remarcó que, supuestamente, el procesado le pidió que no lo denunciara. Además, declaró que el acusado le controlaba el teléfono y no le dejaba hablar con otras personas.

Por tanto, la mujer, que se personó como acusación particular con su letrado, refrendó el escrito de acusación de la Fiscalía donde se relata que ella "le manifestó que no quería y no podía mantener relaciones sexuales porque se encontraba mal por la anterior agresión, no obstante lo cual, el procesado, con el propósito de satisfacer sus deseos libidinosos, se colocó encima de ella y le quitó la ropa para, tras sujetarla por los hombros, penetrarla vaginalmente y eyacular». «Pasados 15 minutos de dicha agresión, el procesado le dijo a su pareja que quería volver a tener relaciones y, a pesar de que ella le insistía en que no quería, el acusado se colocó lateralmente detrás de ella y la penetró vaginalmente hasta eyacular, tras lo cual, se durmió», relata el fiscal.

También declararon los dos guardia civiles a los que la mujer acudió para denunciar los hechos cuando estos se encontraban regulando el tráfico a la puerta del colegio. Ante el nerviosismo de la mujer, la llevaron al centro de salud, donde la médico, que era de nacionalidad rumana, les transmitió que la paciente había podido sufrir una agresión sexual. Fue entonces cuando se iniciaron las diligencias de investigación.

La defensa pide la libre absolución

Por su parte, la defensa pidió la libre absolución del acusado, tras poner en duda que este diera su necesario consentimiento para la toma de muestras biológicas, al tiempo que lamentó la indefensión sufrida por su representado durante el transcurso del juicio a tenor de "los cambios" en el relato que hizo la víctima.