Tres presos salvaron a la psicóloga de la cárcel Sevilla II de una agresión sexual mayor: "La estaba tumbando en la camilla"

El módulo de respeto de Sevilla II estaba funcionando con normalidad el pasado martes por la mañana. Los tres funcionarios habituales cumplían con su función. Uno estaba en la sala de máquinas, los otros dos estaban en dos módulos colindantes: hacían labores burocráticas, de desplazamiento de internos a las actividades que se realizan fuera de módulo, apertura de dependencias… Bajo su responsabilidad, un total de 240 presos. En una de las salas, una psicóloga atendía a un recluso para el que en dos ocasiones anteriores se había pedido el traslado a un centro psiquiátrico. Él le pidió que le escribiera una carta a su hermana. Aprovechó entonces para cogerle la mano a la especialista y decirle: "Te voy a secuestrar".

El botón del pánico estaba a la espalda de la terapeuta, a unos dos metros. El preso la tiró al suelo, le tapó la boca, el cuello y comenzó a tocarla por todo el cuerpo. Forcejeando, ella logró gritar, aunque era insuficiente para que la oyera cualquiera de los funcionarios de servicio en ese momento. Otros tres internos que volvían de una actividad escucharon ruidos y se acercaron. Vieron cómo el preso trataba de agredir sexualmente a la psicóloga y evitaron que la cosa fuera a mayores. "La estaba tumbando en la camilla, le salvaron la vida", dice tras narrar estos hechos a El Correo de Andalucía una compañera de la psicóloga agredida.

Un preso de la cárcel de Morón, en Sevilla, agrede sexualmente y da una paliza a una psicóloga del centro

No hay sorpresa en lo ocurrido. "Diariamente trabajamos así, sin vigilancia", apunta esta misma trabajadora. "Son los internos los que median y están pendientes", refiere. "A veces nos metemos en una sala con 15 internos", recalca antes de señalar que ya lo habían dicho. "Hace un mes avisamos en una reunión de que iba a pasar algo gordo, porque hay internos muy complicados y los módulos de respeto no están siéndolos". Explica que, en el último caso concreto, el interno ya había llevado a cabo acciones de carácter sexual dentro de la cárcel.

La cárcel de Morón, denuncia, tiene un área de tratamiento con cinco psicólogas y otro terapeuta en prácticas para atender a 1.306 internos. "Hemos solicitado que se aumente la plantilla, tanto de vigilancia como de tratamiento", insiste.

Botón del pánico y cámaras

El área de tratamiento de Sevilla II ha denunciado a través de un comunicado "como respuesta a la gravísima agresión física y sexual" que sufrió una de sus compañeras. En él se solicitan una serie de medidas para mejorar la seguridad de los trabajadores del centro.

Denuncian que los 1306 internos de esta prisión reflejan "una clara sobreocupación". "Más teniendo en cuenta la existencia de un módulo FIES IV que limita aún más el número de plazas". A esto se le suman "perfiles conflictivos" que "conviven" con otros internos que solicitan su traslado y no se les concede. "Esto genera, un aumento del nivel de hostilidad en el centro, afectando negativamente a todos los trabajadores y trabajadoras". Esta "sobreocupación también genera dificultades para establecer criterios de separación adecuados, encontrando con frecuencia perfiles conflictivos asignados en módulos de respeto".

Los funcionarios de prisiones piden "más personal y medios" tras la agresión sexual a una psicóloga en Sevilla II

Solicitan una ampliación de la RPT (Relación de Puestos de Trabajo). "Al hablar de medidas de seguridad, hacemos referencia tanto a medidas personales como materiales. Respecto a la primera, demandamos una mayor presencia de un profesional del área de vigilancia en el pasillo donde se encuentran los despachos de entrevistas. Así, resulta de vital importancia que exista un control continuo de los profesionales que se encuentran en los despachos. Sobre las medidas materiales, el área de tratamiento no cuenta con ninguna medida en absoluto, quedando expuestos a todos estos riesgos".

Por eso, "se exige la entrega de un dispositivo de alerta o botón del pánico asignado a su número profesional con la finalidad de su uso individualizado". Piden la implantación de una "cámara de seguridad conectada con el búnker de vigilancia".

El comunicado, donde se solicitan otras medidas, finaliza señalando que "lo acontecido ayer supone una agresión intolerable y que no refleja un suceso aislado, sino la manifestación del cúmulo de aspectos irregulares que se recogen en este escrito y que precisan de actuaciones inmediatas. Se exige que se tomen las medidas adecuadas al respecto para prevenir futuras agresiones físicas y sexuales. Trabajar nunca puede suponer un riesgo para la vida del trabajador y actualmente, lo supone en esta institución".

Revisión urgente de protocolos

A lo largo de todo el territorio nacional se han venido desarrollando concentraciones de apoyo a la compañera que sufrió la agresión en Sevilla II. Entre ellas, destacan la de Logroño, León, Burgos, las Canarias, Jaén, Algeciras, Málaga, Castellón, Baleares, Murcia, Cáceres, Badajoz.

De hecho, desde Madrid, la Asociación de Técnicos de Instituciones Penitenciarias (ATIP), ha enviado un comunicado en el que manifiesta su condena a lo ocurrido que "refleja una problemática estructural que impacta de forma directa en todo el sistema penitenciario español". Por este motivo, han exigido "la revisión urgente de los protocolos de seguridad, especialmente en las intervenciones individuales; la dotación de personal suficiente y estable para reducir la sobrecarga de trabajo y los riesgos derivados; el reconocimiento del riesgo profesional inherente a la labor del equipo técnico, que no puede equipararse al del personal de oficinas, como actualmente se reconoce de forma incorrecta; y la creación de auténticas unidades psiquiátricas dentro de los centros penitenciarios, con recursos humanos y materiales adecuados para la atención especializada de internos con patologías mentales graves".

Además, han informado a sus miembros de que tras la reunión mantenida este martes con la Secretaría General, se les ha dado traslado de lo siguiente: "El protocolo de seguridad se encuentra actualmente en fase de revisión y actualización; la dotación de plazas en los centros está, según su criterio cubierta al 100%; la diferenciación salarial del personal técnico con respecto al personal de oficinas es una competencia que implica otros ámbitos; y la modernización de las unidades psiquiátricas es un proyecto que, según afirman, lleva tiempo en desarrollo".