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Maldad e intereses

Los incendios intencionados llegan al 25% y la Guardia Civil avisa de que la única prevención es la "colaboración ciudadana"

En Galicia, donde el porcentaje de incendiarios es alto en comparación a otras comunidades, ha sido fundamental el chivatazo vecinal para identificar a las personas que originaron los fuegos

El perfil del incendiario es un hombre de mediana edad que provoca el fuego por venganza, intereses económicos o simplemente por hacer el mal

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Lucía Feijoo Viera

Madrid

El pasado 28 de julio se quemaron 2.300 hectáreas en un incendio provocado en Monbeltrán (Ávila). Su autor, ya detenido y que es considerado responsable de un delito de incendio forestal intencionado —el fuego obligó a confinar dos municipios-, era un agente forestal que quería forzar su contratación.

A mediados de agosto fue detenido otro hombre tras confesar ser el autor de seis incendios forestales en Teba, un pueblo de Málaga. La semana pasada, un hombre varón de mediana edad fue arrestado también por el incendio de Viladervós, el primer gran incendio del verano en Galicia. Se originó en tres focos distintos y quemó 500 héctareas. El detenido es un pirómano reincidente: ya tenía antecedentes por provocar varios fuegos en otro pueblo de Ourense en 2018, un pueblo del que fue desterrado por los vecinos.

Los rayos, causante de muchos fuegos

Suelen ser todos los veranos los casos más llamativos, pero "los incendios provocados son minoritarios", razona, sin embargo, Juan Manuel Vicente, comandande del Seprona de la Guardia Civil en Castilla y León, donde "alrededor del 60%" de los virulentos incendios que han asolado la comunidad -han arrasado 141.000 hectáreas- "han sido provocados por rayos".

Un vecino de 47 años de Arbo, en Galicia, fue detenido como supuesto autor de varios incendios forestales en este municipio de Pontevedra.

Un vecino de 47 años de Arbo, en Galicia, fue detenido como supuesto autor de varios incendios forestales en este municipio de Pontevedra. / GUARDIA CIVIL

"Este verano ha habido tormentas eléctricas a manto y, con estas temperaturas, que hemos superado los 40 grados cuando no solíamos sobrepasar los 35-36, el bosque se convierte en combustible por la maleza y el pasto", explica el responsable del Servicio de Protección de la Naturaleza del Instituto Armado.

41 personas detenidas

De acuerdo los datos de la Fiscalía de Medio Ambiente, en el año 2024 un 50,98% de los incendios que asolaron nuestro país se debieron a una negligencia, y 'solo' el 24,18% fueron intencionados por diversos motivos. Eso significa uno de cada cuatro. En los últimos dos meses y medio, las Fuerzas de Seguridad del Estado han detenido a 41 personas e investigan a otras 127 por iniciar fuegos, de acuerdo a los datos del Gobierno.

El perfil de las personas que causan las llamas es, según fuentes de la Guardia Civil, un hombre de mediana edad y que suele residir en la zona donde provoca el fuego. La motivación es variada. Por un lado, bien diferenciado, está el pirómano, que padece un trastorno psicológico que se caracteriza por una fascinación intensa por el fuego y que obtiene placer en observar ver las llamas. Por otro, hay un amplio abanico de casuísticas.

En lo que va de año se investiga a 127 personas por provocar incendios

Según explica Vicente, existen diversas motivaciones entre los incendiarios. Una de ellas es "la venganza por temas de caza y pastos" o "peleas entre empresas forestales" como habría ocurrido este año en un caso en Castilla y León que la Guardia Civil trata de esclarecer.

En la actualidad, el Seprona de la comunidad está investigando otro grave incendio originado en principio por una "venganza", alguien que no estaba conforme con el coto asignado, por lo que le correspondían menos subvenciones de la PAC (Política Agraria Común) y la cargó contra el monte.

También están los que quieren clarear una zona de bosque para aumentar su aprovechamiento cinegético. Un ejemplo se produjo este mismo verano en el incendio forestal declarado en Aliseda (Cáceres) que arrasó 4.000 hectáreas este agosto. Según los investigadores, fue provocado por intereses económicos ligados a la caza. Su autor todavía no está detenido.

Dos agentes de Guardia Civil en las inmediaciones del incendio de A Pobra de Brollón, en Lugo.

Dos agentes de Guardia Civil en las inmediaciones del incendio de A Pobra de Brollón, en Lugo. / Carlos Castro

Otra casuística son los incendiarios que tratan de "forzar su contratación" como bomberos forestales, como ocurrió en Monbeltrán este año, o simplemente los que pretenden "hacer daño" sin llegar a ser pirómano, como ha ocurrido este periodo estival con otro fuego en Ávila, concretamente en Cebreros.

Lo que no hay, razona el comandante, son esos casos que se hacen virales en las redes sociales de que se han provocado incendios para instalar placas solares o parques fotovoltáicos. "Son bulos, igual de que se provocan para cambiar el uso de los terrenos a urbanísticos. Eso no ocurre ya", precisan desde la Guardia Civil.

Escollos en la investigación

A la hora de investigar los presuntos delitos, por los que se pueden establecer condenas de hasta 20 años de cárcel, los agentes del Seprona se encuentran con muchos escollos, tal y como reconoce la propia Fiscalía General del Estado, que señala que "los incendios son hechos de difícil indagación y sobre los que concurren además dificultades probatorias específicas". En la mayoría de casos, no se puede encontrar pruebas contra los investigados.

"Los fuegos provocados por incendiarios son muy difíciles de prevenir. La única prevención es, de nuevo, la colaboración ciudadana"

Juan Manuel Vicente

— Comandande del Seprona de la Guardia Civil en Castilla y León

En España, se produjeron un total de 7.611 incendios forestales en 2023, hubo 402 investigados, pero solo 90 condenas. "La colaboración ciudadana es clave ahí, no podemos estar en todas las aldeas", comenta el comandante del Seprona. Así, en Galicia, donde hay diez investigados por provocar incendios este verano -el porcentaje de incendiarios es alto en comparación a otras comunidades-, ha sido fundamental el chivatazo vecinal para identificar a las personas que originaron los fuegos en varias localidades (como en Boaño o Frixe).

"Estos incendios son muy difíciles de prevenir", recuerdan desde el Servicio forestal de la Comunidad de Madrid, donde el 90% de los incendios son debidos al factor humano -en los últimos años se ha detenido a varios pirómanos-. "La única prevención es, de nuevo, la colaboración ciudadana", sostiene el comandante de la Guardia Civil sobre cómo evitar que actúen los incendiarios.

Agentes del Seprona de la Guardia Civil durante la investigación de un incendio de este verano en León.

Agentes del Seprona de la Guardia Civil durante la investigación de un incendio de este verano en León. / Subdelegación del Gobierno en León.

Imprudencias y negligencias

Desde el Seprona subrayan que la mayor parte de investigados en Castilla y León son por negligencias e imprudencias, como quemas de rastrojos, barbacoas en épocas de riesgo -como en el caso del incendio de Molinaseca (León)-, fallos en líneas eléctricas de baja tensión o la vía del tren, al saltar chispas por las zapatas de los trenes viejos de mercancías, y quema o almacenamiento de residuos, como ocurrió en el aparatosa fuego de Puercas.

También se causan fuegos en los montes por el inadecuado uso de máquinas agrícolas, como tractores, desbrozadoras o cosechadoras, ya que al pasar por los cultivos sus palas pueden provocar chispas, "y por eso es conveniente que alguien vaya detrás con un batefuegos". Se han dado casos también de fuegos iniciados por la carbonilla del tubo de escape de tractores viejos o por una bengala lanzada en las fiestas del pueblo, como pasó este año en Filiel (León).

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