El español Rafael Nadal afirmó este martes tras vencer a su compatriota David Ferrer en la Copa de Maestros que las pistas cubiertas como la del O2 Arena de Londres, donde se disputa el torneo, no son un "inconveniente" para su juego.

"La sensación al golpear la bola es algo diferente, pero nunca he dicho que no me guste jugar en pista cubierta", señaló en rueda de prensa el mallorquín, que admitió sin embargo que este tipo de pabellones "favorecen un poco" a sus principales rivales.

"Simplemente, las condiciones hacen que para los rivales sea más fácil acatar y decidirse a jugar más agresivos. En pista descubierta siempre hay más factores que intervienen, como el viento, y eso hace que les sea más difícil golpear con determinación, porque hay algunas molestias que aquí no tienen", analizó el español.

Nadal explicó que en pabellones con techo "la sensación de golpear la pelota es distinta. El sonido cambia. En según que deportes el sonido te permite saber cuándo golpeas bien la bola, en el golf también ocurre. Aquí el sonido es algo distinto, estoy menos acostumbrado", explicó.

Nadal, que reapareció en febrero tras siete meses apartado de las pistas por una lesión de rodilla, se asegurará matemáticamente terminar la temporada como número uno del mundo si gana mañana al suizo Stanislas Wawrinka, o bien si el serbio Novak Djokovic, que esta noche se enfrenta al también suizo Roger Federer, pierde algún partido en Londres.

"Pase lo que pase aquí, lo que he logrado este año es algo especial. Estar siete meses sin competir, volver y ganar todo lo que he conseguido ganar este año es algo que no se ve habitualmente. Personalmente, no esperaba que pudiera lograr algo así", señaló Nadal.