El Valencia Open renuncia a la categoría 500 y desde 2015 organizará un torneo 250. Esa es la situación que se contempla después de que la Junta de Accionistas del torneo aprobara ayer prácticamente por unanimidad -en una reunión en la Academia Equelite de Villena- las condiciones económicas para la venta de su categoría 500 a los propietarios del torneo de Viena.

Los casi dos millones de euros de pérdidas de la pasada edición han sido claves a la hora de tomar esta decisión, aunque no será efectiva hasta que Viena acepte las condiciones de venta y la ATP certifique la venta. Un paso que a priori se dará sin problemas salvo que los responsables del torneo austríaco se echen atrás en el último momento o tengan problemas de financión que en principio no son previsibles.

Con la renuncia a planificar un torneo 500, los organizadores se pueden ahorrar en el presupuesto una cantidad de entre dos y tres millones de euros. Hasta ahora se necesitaban aproximadamente 7,5 millones para llevar a cabo la competición, pero con el descenso a 250 el Valencia Open rondará los cuatro millones de euros, una cantidad más asequible teniendo en cuenta que, si todo sale según lo previsto, la Generalitat Valenciana aportará 1,5 millones, tal y como se acordó durante la celebración de la pasada edición del torneo. Eso sí, la supervivencia del evento en Valencia depende directamente de que ese acuerdo se ratifique definitivamente, en una situación que debería darse necesariamente antes del inicio del proceso electoral previo a las elecciones autonómicas de mayo. En caso de no hacerlo, los organizadores podrían verse obligados a llevarse su licencia a otra ciudad que estuviera interesada en acoger el torneo a pesar de que la primera opción de los mismos, con su director Juan Carlos Ferrero al frente, siempre ha sido la de mantener el torneo en Valencia. Y ello a pesar de que aún estando satisfechos de la celebración del mismo en el recinto del Ágora y en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, los costes serían menores de haber otro recinto válido que pudiera albergar el evento como sí ocurre en otras ciudades españolas y europeas.

Dudas con las fechas

A falta de la confirmación de la compra de los derechos del torneo por parte de Viena, solo queda por ratificar si las fechas previstas de 26 de octubre al 1 de noviembre se mantendrían o si finalmente se intercambiarían con las de la capital austríaca, que son una semana antes. Viena quiere mantener su lugar en el calendario, pero en caso de cambio, Valencia competiría con los 250 de Estocolmo y Moscú en lugar de con el 500 de Basilea.