David Ferrer ha viajado a París con la intención de disputar el último Masters 1.000 del año, que además es el único que el de Xàbia ha ganado. Pese a tener que retirarse de la semifinal de Viena por una fuerte contractura en los isquiotibiales de la pierna izquierda.

El actual número 16 del ránking ATP se medirá a John Isner en segunda ronda. Mientras sigue entrenando y poniéndose a prueba para ver si se ha recuperado de la lesión. Él mismo aseguró tras Viena que iba a descansar y ver si jugaba en París o daba "por terminada la temporada". De momento es una buena señal, que se encuentre allí.