«Me siento español, ´i parle valencià un poquet´», dice este joven de 17 años nacido en Innsbruck (Austria) de padre alemán y madre rusa pero que con tres meses ya vivía en Torrevieja, y con tres años cogió su primera raqueta comprada en un hipermercado. El sábado rubricó sus dos mejores semanas, al rozar un doblete en París y coronarse con el título de dobles. Kuhn ha sucedido seis años más tarde a Andrés Artuñedo, el último valenciano en ganar Roland Garros júnior, también en dobles, en 2011, como en 2004 hizo igualmente Pablo Andújar.

Ganó su primer ITF en Hungría y acto seguido dos finales en Roland Garros, con título júnior de dobles. Vaya dos semanas más intensas...

Sí. Han sido dos semanas muy duras e intensas, con muchísima tensión y nervios, pero creo que las he gestionado bastante bien.

¿Cómo le ha cambiado ganar en París y ser finalista individual?

La verdad es que es un logro bastante único, exclusivo y que no está al alcance de muchos, y eso se va a seguir contando aunque pasen días y años. Pero yo voy a seguir con normalidad, trabajando duro, con mucha humildad. Esto solo es el comienzo de algo muy bonito, pero queda mucho para ser muy bueno y estar entre los mejores.

¿Le da rabia el individual, aunque no era el favorito?

Entré en el partido sabiendo que no tendría muy buenas oportunidades esa mañana. Después de cinco partidos en cinco días estaba muy cansado, destruido físicamente, y con molestias. Aunque también es verdad que mi rival tuvo mucha suerte en el primer set, bolas ganadoras que iban a las líneas... Sí que cabrea un poco, pero era también algo de esperar.

En cambio, en dobles eran los primeros favoritos.

Me sorprendió un poco serlo, no veía el cuadro y no sabía contra quién jugábamos cada día. Yo tengo un ranking muy bueno en júnior (15), pero no sabía que mi compañero estaba tan alto (4). Saber que íbamos de favoritos nos acabó de motivar. Lo hemos hecho bien.

¿Siente el dobles como una final de consolación? ¿Qué le supone?

No acostumbro jugar a dobles. Siempre que lo hago es para mejorar en la volea, el saque, pero nunca el objetivo es el dobles, la verdad. Pero ya que iba a París me dije que iba a jugar las dos cosas, y tuve la suerte de encontrar un compañero como Zsombor Piros. Después de dos partidos vimos que era una muy buena oportunidad y comentamos que íbamos a hacer todo lo posible, y de hecho no nos ha ido mal, como se ha podido ver.

Usted empezó a pedir paso ya en el Valencia Open Promesas.

Lo jugué dos años. Creo que fue en 2013 cuando lo gané. Con 14 años. Muy jovencito.

¿Cómo puede tener los pies en el suelo cuando muchos le ven como posible sucesor de Rafa Nadal?

La verdad es que Rafa nos lo pone muy difícil, y cada año más. La gente me dice que ahora me toca ganar once Grand Slams (Ríe). Intentaré hacer todo lo posible, pero lo cierto es que Nadal es único, y ojalá pueda acercarme algún día a su nivel. O mejorarlo...

Kuerten debutó en un grande y lo ganó. Y 20 años después hizo lo mismo Jelena Ostapenko, entrenada por Anabel Medina. A usted le mirarán con lupa cuando llegue...

Tengo muy claro que cuando llegue a un grande la gente me mirará con lupa y habrá muchas expectativas. Pero como siempre digo, me lo tomaré con mucha calma, trabajo día a día para mejorar mis pasos, y lo que venga ya se verá.

¿Quiénes son sus referentes?

Un jugador que me gusta muchísimo es David Ferrer. Es el más humilde que conozco, una gran persona, un luchador. Todo el mundo habla de Rafa y de los cuatro grandes, pero yo me fijo bastante en Ferrer y me sigue sorprendiendo día a día. Muy pocos han estado tantos años en el top-10. Ahora es normal que baje. No está fresco de físico, y juega más para disfrutar. Eso hay que valorarlo y es muy bonito. Pero a nivel de juego miro más a Djokovic. Aunque intento crear mi propio estilo, soy muy bueno defendiendo y cuando entro en la pista soy muy agresivo y me gustan los puntos rápidos.

Sorprendió su vuelta a Torrevieja dejando atrás cinco años en Equelite con Juan Carlos Ferrero.

Lo dejé porque necesitaba un cambio. Era lo mejor para mí. Llevaba muchos años. También por motivos personales, pero lo principal era por el cambio. En Torrevieja estoy con Pedro Caprotta, mi entrenador desde los 5 años hasta que me fui a la Academia.

Ha dicho adiós a los júniors. ¿Cuál es ahora su objetivo?

No voy a jugar más torneos júniors. Mi objetivo es meterme ahora en los 200 mejores y poder entrar en previas de Grand Slam y cuadros finales. Trabajo para aprovechar las oportunidades. En Miami estuve cerca de ganar mi primer partido en Masters 1000, en Barcelona tuve unomuy duro con Sugita, y en Madrid pasé primera ronda de la previa ganando a Basilashvili, 60 del mundo, y me quedé a las puertas.