La tenista rumana Simona Halep tuvo que ser hospitalizada con síntomas de deshidratación la noche posterior a su derrota en la final del Abierto de Australia, primer 'Grand Slam' de la temporada, ante la danesa Caroline Wozniacki (7-6(2), 3-6, 6-4), en una dura batalla en la que el intenso calor volvió a jugar una mala pasada.

La número dos mundial, que pasó cuatro horas en el hospital, según informó ESPN, ya ha sido dada de alta. El incidente reabre el debate sobre las condiciones extremas en las que tienen que jugar los tenistas en el 'grande' oceánico, y dispara las críticas hacia la organización por no haber cerrado el techo de la 'Rod Laver' en la final, algo que sí ha hecho este domingo en la final masculina.

A través de un comunicado, la Federación Australiana se ha defendido y afirma que el techo no se cerró porque el WBGT -índice basado en la temperatura y la humedad- no excedía los límites establecidos.