Pocas veces ha tenido David Ferrer un desgaste físico y psicológico tan grande como el del pasado fin de semana, sobre todo después de un domingo en el que jugó un partido de casi cinco horas y con la presión añadida de jugarse a una última carta el pase a las semifinales de la Copa Davis.

Pero aunque no sea exactamente ese el motivo, el de Xàbia ha decidido tomarse un pequeño descanso tenístico para centrarse en su inminente paternidad, de ahí que no sepa aún cuándo volverá a las pistas.

El propio David, en sus primeras palabras tras imponerse a Philipp Kohlschreiber, dedicó la victoria a su futuro hijo, del que dijo que «estaba previsto que naciera dentro de una semana» pese a bromear con la posibilidad de que se adelantara después de la tensión y los nervios que tuvo que vivir también su mujer en la pista durante el partido contra el alemán.

Así, tras renunciar a jugar esta semana en Houston o Marrakech, lo más probable es que tampoco lo haga en el Masters 1000 de Montecarlo pese a estar aún inscrito, mientras que su presencia en el Conde de Godó es más que dudosa también a pesar de estar inicialmente en la lista de tenistas confirmados junto a otros como Rafa Nadal, Roberto Bautista, Feliciano López, Igor Dimitrov, Kei Nishikori, Albert Ramos, David Goffin y Mischa Zverev, hermano de Alexander.

De esta forma y salvo que pueda disputar finalmente el Conde de Godó en el que ha sido cinco veces finalista, el regreso del héroe de la Copa Davis a las pistas podría incluso retrasarse al 30 de abril en Estoril o como tarde a principios de mayo en el Mutua Madrid Open, en función de la fecha de nacimiento de su primer hijo.

Con ello, el de Xàbia tendrá también unas semanas de descanso que le vendrán bien en un año con el calendario cada vez más cargado y en el que, a sus 36 años, tiene que regularse cada vez más.

Un pequeño parón en el inicio de la temporada de tierra que, sin embargo, no le impedirá disputar varios torneos más antes de afrontar el próximo Grand Slam del calendario, un Roland Garros en el que logró el mayor éxito de su carrera al llegar hasta la final de 2013 contra Rafa Nadal.

La Copa Davis, por su parte, le da también un respiro, ya que no se jugarán las semifinales hasta el mes de septiembre.