Años atrás anunció su adiós a individuales, pero ahora en el US Open se ha despedido de forma definitiva

—Es una mezcla de emociones, pensaba que estaría fastidiada, pero ya lo tenía todo muy asimilado y pensado desde hace tiempo y así se lleva mejor. Sobre todo porque lo dejo con la sensación de haberlo dado todo.

—Tampoco va a tener mucho tiempo de pensar en la etapa que deja atrás con su labor como capitana de la Copa Federación y directora del BBVA Open Ciudad de Valencia

—Así es porque además de haber sido una retirada un poco progresiva, tengo mucho trabajo ahora y todo relacionado con el tenis. Ahora podré centrarme solo en esto, y no creo que tenga tiempo de arrepentirme.

—Tiene 36 años y lleva jugando al tenis 29, además de 20 como profesional. ¿Se imaginaba cuando empezó que el tenis fuera gran parte de su vida durante tantos años?

—Era imposible de pensar. Es mucho más de media vida metida en este deporte. Recuerdo que empecé porque me gustaba mucho y tenía esa ilusión, fui consiguiendo resultados y llegué a profesional, pero también fue una sorpresa porque tuve una lesión de rodilla que me limitó bastante y a pesar de eso acabé con una carrera muy larga en el tenis».

—¿Cómo era la Anabel Medina

—Recuerdo que iba al Polideportivo de Torrent a jugar, al que pusieron mi nombre tras conseguir la medalla olímpica. Allí conocí a Pepe Alejos, que me inició en esto y fue clave porque tenía una forma de entrenar muy buena para los niños. Su hijo era un jugador importante en esa época y nos daba alguna Copa del hijo cuando hacíamos muy bien los entrenamientos o las actividades. Eso nos motivaba mucho.

—¿Valora más los títulos que ha conseguido -que no son pocos- o el hecho de haberse podido mantener 20 años entre las mejores tenistas del mundo?

—Las dos cosas.Ha habido momentos muy bonitos cuando he conseguido objetivos como el de la medalla olímpica en Pekín por ejemplo, pero haber estado 20 años de profesional es algo complicado y que me llena de mucho orgullo también.

—Habla de la medalla de Pekín e imagino que si tuviera que destacar algún éxito más, diría los dos títulos de Roland Garros en dobles. Pero al margen destos éxitos que son los más llamativos, se queda con algún otro título especialmente emotivo?

—Eso son los más especiales, pero no me olvido tampoco de mi primer título individual en Palermo ni de mi primer Nacional, porque además fue contra una jugadora como Conchita Martínez.

—En individuales ganó 11 títulos y en dobles 28. Pero lo más curioso es que lo logró con 16 parejas distintas. Parece evidente que no le costaba adaptarse mucho a distintos perfiles de juego.

—La gente ahora me recuerda mucho por los éxitos en dobles, pero mi carrera estaba más enfocada a individuales hasta hace unos años y estoy orgullosa de haber llegado a ser la número 16 del mundo. Pero sí que es verdad que mi entrenador me ponía a jugar también en dobles porque pensaba que era bueno para mí. No tenía una pareja fija, jugaba con las que me llevaba bien, con las que tenía feeling, y creo que esa es la clave de que lograra tantos títulos en dobles también.

—Triunfó también con Fernando Verdasco en la Copa Hopman y de hecho es la única tenista valenciana que tiene este título. ¿Cómo lo recuerda?

—Fue un torneo muy especial porque siempre es bonito defender a España, pero al margen del título, el hecho de lograrlo contra un rival del nivel de Serbia, con Djokovic e Ivanovic, lo hizo más especial. Fue una gran ilusión ganar ese título con Fernando.

—¿Qué consejo le daría a las nuevas generaciones para que puedan mantener la ilusión y la motivación y llegar a tener una carrera tan larga como la suya?

—Que tengan los objetivos claros y que sepan que pueden variar en diferentes épocas. Puedes querer ganar un título concreto, conseguir resultados en general, mejorar el juego, subir en el ranking... Hay que disfrutar del tenis para mantener la motivación y más aún cuando vas teniendo más edad.

—¿Ve un buen relevo a corto plazo en el tenis femenino valenciano?

—Creo que se está trabajando bien dese la base. Hay varias jugadoras, pero por ejemplo, Sara Sorribes se ha metido este año entre las 100 primeras del mundo y está llevando una evolución muy buena, pero aún queda trabajo por hacer y todas deben saber que hay que poner mucha constancia para estar más arriba en el ranking. Sara es la más destaca ahora y está en el circuito, pero también me fijo en otras tenistas como Ángel Fita o Lucía Cortez porque este es mi trabajo, son jóvenes que están peleando por hacer un hueco entre las profesionales y hay que seguirlas.

—Le molestó que se trabajara en el cambio de formato de la Copa Davis

—Siempre es bueno que el tenis evolucione porque la vida evoluciona y es normal que se haya cambiado la Copa Davis, pero la Copa Federación también necesita adaptarse a los tiempos y mejorar. Los cambios en la Davis me parecen perfectos, pero mejor si hubieran sido para todos.

—Además de jugadora, ha experimentado ya como entrenadora, directora de torneo y capitana de la Copa Federación. ¿En qué función se ha sentido más cómoda?

—Por suerte en las tres cosas, porque todas me han permitido seguir disfrutando del tenis. Ahora ya solo estoy como capitana y directora y me hacen mucha ilusión las dos funciones. El torneo va a dar un salto de calidad muy importante este año, van a venir jugadoras de calidad y siempre es bonito ayudar a las jóvenes jugadoras. En la Copa Federación, tengo ganas de que llegue enero para empezar un nuevo año de retos.

—¿Cómo le gustaría que le recordaran en un futuro?

—Como una jugadora con carácter, luchadora, que no daba una bola por perdida y que luchaba siempre hasta el final en cada partido.

—Como ha dicho David Ferrer

—Es verdad que a mí siempre me ha costado mucho encajar las derrotas, pero sí es cierto que se va mejorando en la gestión de las emociones y eso es importante.

—Usted se retira y David Ferrer lo hará en breve. ¿Tiene la sensación de que ambos dejarán un vacío difícil de llenar en el tenis valenciano y español?

—David y yo somos del mismo año. Hemos llevado vidas paralelas y nos conocemos desde que coincidíamos en torneos de categorías inferiores. Es un referente como profesional y sobre todo como persona. Creo que es lógico que después de 20 años como profesionales, dejemos un vacío importante, pero ahora lo que tenemos que hacer es ayudar a los jóvenes para que puedan evolucionar y tomar el relevo, aunque él aún seguirá jugando algunos torneos el próximo año antes de retirarse.