Surrealista lo sucedido con el partido entre Garbiñe Muguruza y Johanna Konta en el Open de Australia. El encuentro, programado para el último turno del día, iba a comenzar con retraso debido a que los duelos previos se habían alargado más de lo previsto. Por eso, la organización del torneo decidió mover de pista el duelo de la española. Concretamente a la pista 3.

Sin embargo, cuando fueron a inspeccionar dicha pista, se encontraron con decenas de gaviotas en la misma, y lo que es peor, toda la superficie cubierta de excrementos. Lógicamente, el partido no pudo ser movido a esta pista, por lo que las jugadoras tuvieron que esperar a que terminara el quinto set del choque entre Zverev y Chardy. De esta forma, comenzaron a jugar pasadas las 12 de la noche hora australiana, terminando pasadas las 03:00 tras una batalla a tres sets que se llevó la española (6-4, 6-7(3), 7-5.