La revista ¡Hola! publicaba ayer en portada que Rafa Nadal y su pareja desde hace 14 años, Xisca Perelló (o Mery), se casarán este próximo otoño en la isla, algo que al tenista no le hizo ninguna gracia. "No voy a contar nada, ya me ha molestado bastante que saliera hoy [por este miércoles] en prensa...", dijo este miércoles a Diario de Mallorca el tenista.

Un Nadal algo incómodo se prestó a señalar que no tenía ninguna intención de dar información sobre su enlace con Perelló. "Nunca informo de nada de esto, no voy a hacerlo ahora", señaló con premura. El manacorí se disponía a entrar en su vivienda de Porto Cristo, ataviado con ropa deportiva y una bolsa de entreno, cuando ofreció estas declaraciones a este rotativo y se prermitió, además, bromear -no sin cierta incomodidad- sobre el revuelo mediático que este miércoles se produjo tras desvelarse la noticia en ¡Hola!: "Quieres preguntarme sobre la boda, ¿verdad?, -sonrió-. Entiendo que hagáis vuestro trabajo, pero no voy a decir nada".

Antes de sus declaraciones, el tenista mantuvo una seria conversación con un conocido en el interior de un flamante Mercedes AMG de color rojo que él mismo conducía y del que bajó sin que ninguno de los vecinos que por allí pasaban se parasen a importunarle.

Discreción

Lo mismo ocurría ayer en su pueblo natal, en Manacor. La discreción entre los vecinos de la localidad era absoluta, nadie quería ayer dar información sobre cuándo y dónde tendrá lugar la esperada boda. "No contaré nada porque respetamos mucho su privacidad, gracias a ello es un vecino más al que poder saludar cuando vemos", explicaba una vendedora.

Lo que no dudaron en asegurar fue que el enlace no se celebrará en Manacor: "Teniendo en cuenta la privacidad que siempre buscan, no creo que se vayan a casar en la parroquia del pueblo", apuntaba una vecina.