David Ferrer reconoció que quiere aguantar hasta el máximo su retiro del Abierto de Tenis de Acapulco y por eso celebró con emoción su pase a octavos de final. "Quiero aguantar lo máximo; para mí es grandioso jugar en la cancha central ante tanta gente con el apoyo del publico; quiero durar lo máximo que pueda porque estos momentos no van a volver y deseo disfrutar al máximo", dijo

El tenista de Xàbia venció por 7-6(5), 7-6(3) al estadounidense Tennys Sandgren y firmó su acceso a los octavos de Acapulco en los que ahora se enfrentará al alemán Alexander Zverev, ante el que le dan pocas posibilidades de triunfo. "Vencer fue motivador porque son mis últimos partidos y esta victoria para mi significa mucho. Ahora tengo un partido con Alexander Zverev, especial para mí, ante el jugador que va a ser el próximo número uno del mundo", señaló.

Agradecidos por la entrega de Ferrer al Abierto Mexicano que ganó cuatro veces, los organizadores del torneo lo han puesto en el partido de cierre de la cancha central, en el cual repetirá este miércoles contra Zverev, segundo favorito. "Mi etapa como tenista se está cerrando, mentalmente la tengo prácticamente cerrada; quiero disfrutarla, acabar siendo competitivo y mi objetivo se esta cumpliendo", aseguró.

Ferrer señaló que en el final de su carrera profesional solo le queda hacer lo mismo de siempre: darlo todo en cada partido. "A veces sale bien, a veces no tan bien, pero para mí estar en Acapulco y tener la oportunidad de jugar aquí mi ultimo torneo fuera de España es especial. Dar un buen partido este miércoles contra uno de los mejores será dejar una huella más en Acapulco", dijo.

David Ferrer consideró a Acapulco su casa fuera de España y agradeció el regalo de haber recibido mucho cariño en estos años en un estadio grande como el del Abierto. Ferrer reinó en Acapulco en superficie de arcilla en 2010, 2011 y 2012 y lo volvió a hacer, en cancha dura, en el 2015, lo cual lo convirtió en uno de los jugadores más queridos en los 26 años de historia del torneo.