David Ferrer afronta ya el tramo final de su carrera deportiva y, tras caer eliminado en Miami, solo disputará dos torneos más, el Conde de Godó y el Mutua madrid Open. Eso sí, antes de llegar a España, ya ha disfrutado de homenajes allí donde ha ido y Miami no ha sido menos, donde recibió un emotivo homenaje en la pista central tras perder contra Frances TiafoeFrances Tiafoe.

En declaraciones a ATPTour.com, destacó que "mi objetivo era estar competitivo y poder jugar contra los grandes, quería irme jugando un buen tenis y lo conseguí, así que estoy muy feliz. Esto para mí es un regalo. Mi participación aquí era para que la gente se quedara con un buen recuerdo de David Ferrer jugando un buen tenis”.

En la medida que va declarando, sus ojos se tornan alegres al igual que todo su rostro. Cada palabra sirve como desahogo de todo lo que salió sintiendo del Hard Rock Stadium. Una pantalla en lo más alto del escenario había mostrado imágenes de sus mejores actuaciones en 17 años consecutivos de participaciones en el torneo. Y fue inevitable no volver atrás. Al menos por unos minutos.

Su debut en el 2003, sus primeras semifinales en 2005 y el subtítulo de hace seis años que por un momento le produce sentimientos encontrados. “La final del 2013 la recuerdo un poco con angustia porque estuve a un punto de ganar el título y terminé perdiendo. Pero me quedo con que hice un gran torneo. Además, tampoco pienso mucho en el pasado. Me siento orgulloso de todo y estoy feliz de cómo vivo ahora, de cómo me siento, de cómo he madurado mentalmente. Tampoco le doy mucha importancia a eso”, asegura.

Prefiere quedarse con su conexión con el público. Esa ha sido su mejor recompensa en Miami. “A la gente de aquí solo puedo decirle: muchas gracias por todo el cariño que he recibido, me siento un privilegiado por estos años que pude jugar en Miami. Me han tratado como en mi casa. Espero haberles devuelto un poco de cariño jugando mi último año aquí”

Ya solo restan dos torneos para oficializar su despedida definitiva del tenis, en el ATP 500 de Barcelona y el ATP Masters 1000 de Madrid. Pero a David no le preocupa para nada la cercanía de la fecha límite. Por el contrario, está ansioso por vivir el desenlace que soñaba.

“Estoy acabando la carrera como yo quiero, jugando los torneos que a mí me gustan, estando feliz conmigo mismo”, reflexiona el diestro de 36 años. “A nivel personal, terminar como quiero es el mejor trofeo que he ganado en mi carrera”.