Rápido de piernas, soberbio al resto, e inabordable con su servicio, Rafael Nadal venció al francés Jo-Wilfried Tsonga, por 6-2, 6-3 y 6-2, para acceder a los octavos de final de Wimbledon y lograr con su victoria un récord para el tenis español, que por primera vez en la historia de este Grand Slam, tendrá a cuatro representantes en esa ronda.

Con la victoria antes de Carla Suárezcontra la estadounidense Lauren Davis, la de Nadal y las de Fernando Verdasco y Roberto Bautista este viernes, España tendrá a estos cuatro jugadores en la segunda semana de Wimbledon, y por primera vez sumando cuatro representantes en la cuarta ronda de este grande.

"He hecho todo muy bien", dijo satisfecho Nadal nada más terminar su demoledora victoria ante Tsonga, "nadie quiere enfrentarse contra un rival tan duro como él en tercera ronda, pero hoy ha sido mi día", comentó feliz tras una hora y 48 minutos de lucha.

"Tengo buenos recuerdos de mi ultimo partido aquí, en semifinales el año pasado y estoy feliz de como estoy jugando en esta primera semana, pero tengo que ir día a día. Esto me da buenas sensaciones para empezar la segunda semana, pero mañana hay que volver al trabajo de nuevo", recordó el español, que tras el "Middle Sunday", tradicional día de descanso, volverá a jugar el lunes.

Nadal además sumó su triunfo 51 en Wimbledon, con lo que igualó con el sueco Bjorn Borg en la octava plaza de la lista de jugadores que más victorias han logrado en este torneo, a seis del británico Andy Murray y a ocho del estadounidense John McEnroe. Roger Federer, que juega hoy contra el francés Lucas Pouille, es el líder con 97.

El jugador español se enfrentará en octavos contra el ganador del duelo entre el portugués Joao Souza y el británico Dan Evans, y el cuadro además se abre para él, ya que el italiano Fabio Fognini, 12º favorito, su potencial rival en cuartos, cayó ante el estadounidense Tennys Sandgren, por 6-3, 7-6 (12) y 6-3, aunque sigue amenazando el también americano, y gran cañonero, Sam Querrey, que venció al australiano John Millman, por 7-6 (3), 7-6 (8) y 6-3.

"El duelo contra Kyrgios fue el mejor entrenamiento para Nadal dentro de un partido", había dicho a EFE Francis Roig, el técnico del balear este año en el All England donde esta mañana, a pesar de la cita con Tsonga, 'Rafa'volvió a protagonizar un entreno electrizante con Jaume Munar y Tomeu Salva.

Sin ceder ni un solo punto de rotura

Su saque pulverizó registros, con un porcentaje que llegó en alguna fase hasta el 92 por ciento de puntos ganados con el primer servicio, y un 77 por ciento con el segundo, y sus movimientos en la Central, donde Federer dice que ha encontrado la pista algo más lenta que otros años, hicieron añicos la defensa de Tsonga, semifinalista dos veces en este torneo.

Nadal no cedió ni un solo punto de rotura. En el primer set solo perdió tres con su saque, y dos en el segundo y tercero. Ganó además tres juegos en blanco con ese arma, devastadora esta vez, con la que finalizó el encuentro al transformar la cuarta bola de partido con su undécimo "ace", a lo grande.

Tsonga, que vio como su saque era robado en cinco ocasiones, asistía encogido de hombros a la exhibición de Nadal. Al francés, que superó dos puntos de partido con su servicio en el séptimo juego del tercer parcial, no le quedó otra que animar al público. "No os oigo, no os oigo", les dijo a los 15.000 aficionados de la Central, cuando buscaba refugio en su amparo.

Esta victoria, la 35 este año, sirve para que Nadal adelante al griego Stefanos Tsitsipas. Federer también puede lograr esa cifra de vencer luego a Pouille.

Los legendarios Billie Jean King, fundadora de la WTA, y Rod Laver, el único jugador capaz de ganar los cuatro Grand Slams la misma temporada, y además dos veces, asistieron al espectáculo de Nadal que no cedió el ritmo ni un ápice hasta el final, obligando a Tsonga a sufrir más de la cuenta.

El francés había sido capaz de ganar a Nadal en el único enfrentamiento sobre hierba disputado con anterioridad, en los cuartos de final de Queen's en 2011, y le había propinado una soberbia paliza en el segundo de los 12 anteriores, en las semifinales del Abierto de Australia en 2008 (6-2,6-3 y 6-2)

Pero en este de Wimbledon, el primero del Grand Slam después de 11 años, Nadal mostró que las sensaciones exhibidas contra Kyrgios han revalorizado su tenis y que la confianza ganada en ese duelo le puede servir de trampolín para cotas mayores.