El Tribunal de Ravenna (norte de Italia) ha archivado este jueves el procedimiento penal contra la tenista italiana Sara Errani, que fue sancionada en junio de 2018 con diez meses de suspensión por dar positivo a un control antidopaje del febrero de 2017.

Así lo informó Giorgio Errani, padre de Sara, en un mensaje en su cuenta de Twitter que fue recogido y publicado por la misma jugadora italiana, que fue número 5 del mundo y que ocupa actualmente la posición 239 en el ránking WTA.

"El Juez para las investigaciones preliminares de Ravenna ha definitivamente archivado el procedimiento penal contra Sara Errani. Se cierra de esta forma una de las páginas más feas y vergonzosas en la historia del deporte italiano", escribió el padre de Errani.

La tenista italiana, de 32 años y ganadora de cinco torneos Grand Slam en dobles, fue castigada con diez meses por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) por dar positivo a la sustancia "letrozole" en un control fuera de competición realizado en la casa de su familia el 16 de febrero de 2017.

Errani se justificó alegando que entró accidentalmente en contacto con esa sustancia porque su madre la toma por motivos de salud. Explicó que posiblemente fue causado por una contaminación involuntaria de la comida.

La tenista acudió al TAS para recurrir su sanción, que conllevó también la descalificación de los resultados que consiguió entre el 16 de febrero y el 17 de junio de 2017.

Cumplió su sanción el último febrero y regresó a competir en el partido de la Copa Federación contra la suiza Belinda Bencic, acabado con derrota 6-2 y 7-5.

"Encuentro, en todo este caso, una profunda injusticia y quiero gritarlo con la cabeza alta, porque sé que no tengo nada que reprocharme. No sé si tendré la fuerza y las ganas de volver a jugar al tenis después de todo esto", escribió Errani en junio de 2018 tras enterarse de la sanción.

También explicó que sentía "náuseas" por cómo el TAS ha gestionado su caso, defendiendo que la respuesta definitiva llega con mucho retraso con respecto a las fechas inicialmente previstas.

"Llevo siete meses pensando y esperando la sentencia definitiva. En ocho ocasiones me han comunicado una fecha (para la sentencia), para luego aplazarla. ¡Ocho veces! Sin darme nunca la posibilidad de vivir y jugar con serenidad", concluyó Errani.