La gran familia del tenis valenciano celebró ayer en Kinépolis la gala de entrega de trofeos de 2019 con muchos protagonistas. Desde los ganadores de los diferentes torneos en todas sus categorías, a los cinco clubes que cumplen 50 años y los de nueva creación, pasando por el reconocimiento al árbitro Edu Bueno, y los homenajes a los extenistas David Ferrer y Rubén Ramírez, quienes fueron las dos grandes estrellas de la noche.

David Ferrer cerró la serie de homenajes tras concluir su carrera en casa, ante aficionados, entrenadores y directivos, a los que agradeció todo su apoyo, especialmente a tres personas. «A mis padres por el sacrificio que hicieron para que jugara, los valores y la educación que me dieron. Y al referente que tuve para llegar a lo más alto, Juan Carlos Ferrero y su entrenador Antonio Cascales, por todo lo que me enseñaron, su cariño, experienca, compañerismo y amistad», dijo Ferrer.

Rubén Ramírez, retirado desde hace dos años, agradeció el detalle de la Federación, y felicitó a Ferrer «por su carrerón, por todo lo que ha conseguido en el tenis y las tardes de gloria que nos ha dado, con esa garra, entrega y lucha que es un mensaje para todos. El mayor premio no es lo que ha conseguido, sino la admiración y el respeto de todo el mundo del tenis».

Los padres de David Ferrer y su mujer acompañaron al de Xàbia en la primera fila de la sala 23 de los Cines Kinépolis, donde la Federación de Tenis de la Comunidad Valencia (FTCV) entregó los trofeos de 2019, y se recordó entre otros éxitos la final de Carlos Gimeno en el torneo júnior de Wimbledon.

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