El castellonense Roberto Bautista Agut (Benlloch, 1988) lleva con orgullo los galones que ha heredado de David Ferrer como primera raqueta valenciana, no en vano el de Xàbia, según dice, «ha sido un referente para mí, con una carrera increíble y difícil de igualar». Un honor que el número nueve del mundo, confirmado ya para el próximo Conde de Godó que dirige el alicantino, siente de verdad y que asegura el revelo natural ante una campaña que arranca el sábado con la Copa ATP junto a Rafa Nadal. España es el único país con dos Top-10 en su equipo.

Ha despedido un año inolvidable, con momentos duros familiares, pero en lo tenístico muy bueno.

Sí, a nivel personal ha sido un año muy complicado, no fácil. Ahora que no tengo a mi padre me doy cuenta de lo difícil que han sido estos años, y que he manejado situaciones muy complicadas. Y en lo deportivo sí que ha ido bastante bien. Me ha pasado todos los años, que he acabado pensando en si aquí lo hiciera mejor..., y aquí también podía haber acabado más arriba... Sí que es verdad que el año ha sido muy bueno, he sido muy regular y muy bueno, y muy contento. He superado dos veces los octavos de final de un Grand Slam, que era una barrera que venía luchando por ella durante estos años pasados.

Haber pasado malos momentos en el tema familiar hace que tenga mucho más mérito lo que ha conseguido, por saber mantener esa fuerza interior.

De momento estoy muy de lleno en mi carrera, con mi mente al cien por cien en el tenis y realmente no soy consciente, pero ahora que van pasando los momentos me doy cuenta de lo que he pasado estos años y de cómo ha sido de difícil, lo valoro más, y sé que he hecho un buen trabajo dadas las circunstancias y de que he podido trabajar al margen de muchas situaciones complicadas.

Ha ganado en 2019 el título de Doha, fue semifinalista en Wimbledon, cuartofinalista en Australia y campeón de Copa Davis. ¿Con qué momento se queda de todos estos del año recién acabado?

Me quedo con muchos momentos. Ha sido una temporada en la que me he superado, en la que he ganado a Djokovic dos veces cuando estaba como número uno, gané en Doha, hice cuartos en Australia que fue un subidón para toda la temporada y que me vino muy bien, hice semis en Wimbledon, y acabar la temporada pese a todo ganando la Copa Davis ha sido muy bueno.

Esta el listón alto, pero imagino que el objetivo es superarse en 2020.

Siempre queremos más, eso está claro. Yo sé lo exigente que es el circuito pero el objetivo es estar lo más arriba posible. Ojalá que el año pueda ser normal y en el apartado físico que no haya ningún factor, y que esté todo en orden en el equipo, eso también ayuda.

En Grand Slam está el reto de dar otro salto y meterse en una final, y 2020 es también un año olímpico. ¿Qué le hace más ilusión?

Es un año con el calendario muy cargado, con los Juegos Olímpicos, pero un año bonito en el que me veo bien, y sé que me queda tener un poco de suerte, para que tenga un año regular, sin parones, y seguro que será un buen año.

Esta semana arranca la nueva Copa ATP. ¿Qué espera y qué opciones tiene España, repitiendo el mismo equipo que en la Davis?

Va a ser seguro una competición muy bonita, un estilo Copa Davis, que al vivirse en casa fue más especial. Y siempre el hecho de jugar en equipo con compañeros españoles hace de la competición algo diferente a lo que jugamos todo el año.

¿Se ven con opciones similares de ganarla como la Davis?

No sé si las mismas, se hablaba de que los españoles solo jugaban en tierra batida, y yo creo que esto ya ha cambiado, somos jugadores completos que pueden jugar en cualquier superficie y creo que en Australia vamos a hacer una buena competición, luego hay otras circunstancias que influyen en los resultados, pero tenemos buen equipo.

Precisamente es usted el mejor ejemplo, ya que tiene más títulos en pista dura que en otras superficies como hierba y tierra batida.

Cada vez se juega menos en tierra, yo solo juego cinco o seis torneos al año y es normal que vayamos perfeccionándonos cada vez más en pista dura, pues hay muy pocos torneos en tierra durante el año.

Va a repetir junto al número uno del mundo, Rafa Nadal, va a ser sin duda una semana especial...

Hicimos mucha piña en Madrid, sentimos mucho el equipo, todos unimos nuestras fuerzas. Para ganar una competición pro equipos tienes que ser muy bueno, y Rafa lo es, conecta con nosotros, nos contagia su energía y las ganas de ganar, es muy competitivo.

Este año defenderá la Copa Davis en casa, en la Caja Mágica de Madrid. Será un nuevo reto doblemente complicado. ¿Confía en repetir?

Queda todavía un año, y es muy difícil volver a hablar de ganar la Copa Davis. Primero veremos qué equipo va a Madrid otra vez y a partir de ahí veremos.

Ha alcanzado su mejor ranking histórico en la ATP. ¿Le obsesiona poder mantenerlo o subir?

No me obsesiona nada. Lo que a mí me gusta es subir de nivel, intentar estar en muy buena forma física y a partir de ahí ofrecer el nivel que se da en los entrenamientos, y es lo que se ve luego en la competición.

Ha hecho sacrificios económicos, familiares, está claro que sido un camino complicado llegar hasta aquí.

Un camino muy largo. Todos estos años he tenido buenos años de carrera tenística y hay otros que hacen el mismo sacrificio o más que yo y no tienen esta suerte. El tenis va creciendo cada vez más, es un deporte que está de moda, e ilusiona mucho a la gente joven.

David Ferrer se ha retirado u usted es el relevo natural. ¿Cómo lleva la presión de llevar la bandera del tenis valenciano?

No, qué va. David ha sido un referente para mí, ha hecho una carrera increíble y va a ser difícil de igualar, pero estar ahí como número uno valenciano me parece un honor y sé lo difícil que es estar ahí. La Comunitat Valenciana tiene buenos tenistas y él ha sido un referente mundial.

En el siguiente escalón para tomar el relevo hay muchos jóvenes: Carlos Gimeno, Carlos Taberner, Martínez Portero€, pero se echa en falta otro relevo natural, parece haber otro escalón.

Son gente que puede disfrutar mucho del tenis, con un futuro muy bonito y que si hacen las cosas bien pueden tener una carrera como la nuestra.

El mejor ejemplo es que la carrera de un tenista actual puede ser muy longeva, cada vez más son más veteranos, de más de 30 años, en los puestos altos del ranking ATP.

Sí, somos tenistas que llevamos muchos años de rodaje, que llevamos muchos años de profesionales, que nos gusta prepararnos bien y eso hace que con más de 30 años estemos disfrutando de nuestra carrera, y esto cada vez se va a ver más y tenistas con 34 y 33 años están en lo mejor de su carrera.

Ha decidido acortar el calendario, y esto es lo habitual en los veteranos cada vez más.

Al final se pueden jugar todas las semanas del año y cada uno adapta el suyo pensando en lo mejor para cada uno. Imagino que tendré un calendario parecido al de 2019. Sí que es verdad que si me voy para atrás en el ranking ya tendría opción de jugar más semanas y no tanto de elegir qué torneos jugar.

Lleva nueve títulos ATP, los últimos años con al menos uno, buena señal de madurez como David Ferrer en su momento. ¿Prolongar ese estado de forma mete presión para seguir cada año a este nivel?

Sí, llevo unos años de tenis muy buenos, y ojalá pueda seguir disfrutando de la carrera como lo he hecho hasta ahora y pueda seguir ganando títulos, que es muy bonito, y ojalá pueda seguir levantando algún trofeo.

¿Ya tiene claro su calendario de estos primeros meses?

Desde el sábado estamos en Perth, para adaptarme al horario y superar el 'jet-lag' y después jugaré el Abierto de Australia y los torneos de Rotterdam y Dubai, y los Masters 1000 de Indian Wells y Miami antes de la tierra batida.