La que fue pareja número uno del mundo en la modalidad de dobles, los hermanos Bob y Mike Bryan, han elevado la apuesta de Roger Federer, que esta misma semana propuso un reto a sus compañeros de circuito ante la inactividad debida a la expansión del coronavirus.

La pareja de dobles se las ha ingeniado para organizar un peculiar partido de ping pong, con los teléfonos móviles como palas y una pelota de tenis de mesa. Proponen hacer un rally de golpes, hasta llegar a los 100, o lo que es lo mismo, ir pasándose la pelota sin que caiga al suelo y superar la barrera del centenar de golpes.

Veremos si la respuesta es igual de masiva que la que tuvo la idea del ex número uno helvético, ante la pared de un frontón.