Aunque aún no sabe cuándo volverá el circuito WTA, Sara Sorribes se demostró a sí misma el pasado fin de semana que ha vuelto del obligado parón por el coronavirus en un gran estado de forma, al imponerse en La Liga Mapfre de Tenis de Platja d’Aro con un recital de tenis que acabó con un doble 6-0 en la final ante la británica Amanda Carreras.

Un regreso triunfal a la competición que viene acompañado también de otra gran novedad en su preparación, ya que la de Vall d’Uixó ha empezado a trabajar con la también valenciana Silvia Soler después de que la ilicitana anunciara su retirada definitiva del tenis profesional el pasado 15 de mayo con una carta de despedida.

Silvia Soler, nacida en Elche en 1987, ha permanecido durante catorce años en el circuito WTA. Llegó a ser la 54 del mundo y defendió a España en varias ocasiones en la Copa Federación y en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Las finales de Estrasburgo en el 2014 y de Bogotá dos años después, sobresalen en su carrera, interrumpida en el tramo final a causa de las lesiones.

Eso sí, ahora ha encontrado en Sara Sorribes la mejor manera de seguir vinculada al tenis y ayudar de paso a la gran esperanza del tenis valenciano en los próximos años. La propia Sara Sorribes, en declaraciones a SUPER, se muestra más que contenta por su nueva etapa con Silvia Soler de entrenadora.

«Ha sido mi primer torneo con Silvia Soler. Habíamos estado trabajando juntas unas semanas antes, pero es la primera vez que voy a un torneo con ella. Estoy muy contenta, nos une una gran amistad y espero que el trabajo con ella me siga dando buenos frutos.

Sara Sorribes, eso sí, trabajó también semanas atrás con Anabel Medina, otra amiga y referente del tenis valenciano. «También he entrenado mucho con Anabel Medina cuando empezábamos a salir del confinamiento, vivimos bastante cerca, siempre está dispuesta a ayudar y me fue de gran ayuda, como siempre».