Carlos Alcaraz Garfia, tenista murciano de 17 años, ha completado un 2020 que le ha hecho situarse en el puesto 138 de la clasificación ATP y, de cara al siguiente, eleva sus pretensiones.

"Aspiro a seguir progresando y a llegar al top 50", afirma en una entrevista concedida a EFE, en la que no esconde su carácter ganador. "Muchos tenistas juegan a no perder los puntos clave y yo creo que hay que ser valiente y jugarlos a ganar", declara.

Alcaraz, único menor de edad que aparece entre los 550 primeros clasificados del mundo, ha dado por cerrado el año tras su participación en el ATP Challenger de Marbella y descansa en casa, junto a su familia, para este lunes volver a la JC Ferrero Equelite Sport Academy, en la que se entrena a diario.

Después de una temporada en la que ha ganado tres torneos ATP Challenger -Trieste, Barcelona y Alicante-, dos ITF en la academia de Rafa Nadal y laAlicanteRafa Nadal Liga Mapfre Valor de la Real Federación Española de Tenis hace balance y habla de lo que espera del futuro a corto plazo.

"He aprovechado para estar en casa, con mi familia, y he visto a amigos, lo cual siempre se agradece, pero con las restricciones por la pandemia obviamente tampoco es que hayamos podido hacer muchas cosas, aunque sí que he desconectado", cuenta en la Real Sociedad Club de Campo, en cuyas pistas dio sus primeros raquetazos. "Es un lugar que me trae grandes recuerdos", dice.

Alcaraz, quien además del tenis ha empezado a jugar al golf y también se declara futbolero y aficionado del Real Madrid, reconoce que este 2020 "ha sido un gran año, que me ha hecho ver que estoy más cerca de los objetivos de lo que pensaba y le pondría de nota un 8".

"Lo mejor han sido los resultados que he sido capaz de obtener y el gran trabajo hecho, también en cuarentena, y lo peor no haber podido jugar durante cinco meses seguidos. Tras lo hecho tengo muchas ganas de empezar el 2021", agrega.

En los últimos meses destaca la transformación física de Alcaraz como consecuencia de la tarea que ha llevado a cabo mientras no competía. "Dado que estuvimos bastantes semanas sin jugar pasamos muchas horas en el gimnasio para aguantar el ritmo de los partidos cuando volviera a hacerlo", indica.

Alcaraz es consciente de que tiene mucho que mejorar: "Ahora mismo diría que el saque es lo que más tengo que pulir y debo trabajar a fondo, aunque desde hace tiempo arrastro molestias en el abdomen y cuando sobrecargo esa zona, algo que se hace sacando, me molesta. No obstante, tengo que incidir en eso".

La mentalidad, pese a su juventud, es uno de sus puntos fuertes y lo demuestra siendo capaz de ganar muchos partidos que llegan al límite. En ese sentido la muerte súbita suele caer de su lado y él explica por qué. "Esos puntos llegan en un momento complicado y muchos tenistas juegan a no perder cuando yo creo que hay que ser valiente y jugarlos a ganar. Prefiero ir a por ellos y gracias a esa aptitud saco bastantes adelante", asegura.

La próxima campaña la comenzará Alcaraz con la gira australiana y objetivos concretos. "Quisiera entrar en el cuadro final de Roland Garros, para lo cual tendría que ser un top 100, y acabar el año en el top 50. Me veo capaz de hacer grandes cosas", ha manifestado un chico que ha despertado una gran expectación, superior a la que él podía esperar.

"Es algo que no esperaba, pero tampoco tener estos buenos resultados en 2020. La atención mediática es consecuencia de lo que haces en la pista, pero no es que me pidan tantos autógrafos, aunque alguno que otro sí he firmado y unas cuantas fotos me he hecho este año", relata Alcaraz, quien admite ser un enamorado de Wimbledon y muestra su "sueño" de representar a España en la Copa Davis, torneo del que fue campeón en la categoría júnior en 2018.

"Espero estar algún día ahí y sería un sueño cumplido, aunque España, por suerte, tiene a muchos jugadores en el top 100 y no es fácil entrar en esa lista", indica al respecto este todavía adolescente que, de los consejos recibidos, se queda con uno, el de que "me aisle de las redes sociales y que siga mi camino haciendo caso a quienes forman mi equipo pues los halagos no siempre sientan bien".