Roberto Bautista guarda un recuerdo irrepetible de la Copa Davis de 2019, la que ganó España en el estreno de su nuevo formato en Madrid, por ser "la competición por excelencia", capaz de curtir a un jugador como ninguna, y por la experiencia personal que vivió esos días con la muerte de su padre.

"Para mí la Copa Davis es la competición por excelencia. Una de las más difíciles para los tenistas, donde más presión soportamos, que te curte mucho, te da mucho nivel, te ayuda en tu carrera. Soportar lo que se soporta en la Davis luego a nivel individual es todo dividido por unos cuantos números. La Copa Davis te enseña a manejar la presión, a manejar los nervios, las emociones, a otra escala que a nivel individual", explica el castellonense.

En una entrevista con Europa Press, Bautista recuerda justo un año después aquella semana de finales de noviembre en la Caja Mágica. A esa categoría que da al Mundial del tenis, el jugador de Castellón sumó el ejemplo humano y el espíritu de equipo necesarios, en una situación única en el deporte, para enterrar a su padre, volver a competir y ganar el primer punto de la final contra Canadá.

"Fue difícil. Está claro que el mérito fue del equipo. El equipo tiró mucho durante toda la semana, hizo mucha piña cuando yo no estaba. Fue una labor de todos, Rafa (Nadal) especialmente, que hizo un esfuerzo de jugar individual y dobles y terminar muy tarde los partidos", afirma en su primer vistazo atrás.

Así es la Davis, se piensa en equipo, pero Bautista aquellos días lo hizo en medio de sus días más duros y tristes. El documental 'Break Point: A Davis Cup Story', una producción original de Rakuten TV, se estrena este jueves 26 de noviembre y cuenta aquella Davis de 2019, con la historia de Bautista y el camino del equipo español hacia una Davis que cambiaba su histórico formato.

El castellonense debutó con derrota ante Andrey Rublev y después se desquitó contra Nikola Mektic, día en el que supo del empeoramiento de su padre. El jueves falleció y el viernes volvió al equipo por si le pudiera necesitar. "Yo la vuelta a Madrid no era con la intención de volver a jugar, era intentar darles ese ánimo extra, les iba a motivar", explica.

"Me llamó el doctor y yo ya estaba de camino después de enterrar a mi padre. Quería darles una sorpresa y ese empujón de ánimo. Me ha tocado vivir en casa una pesadilla y no he tenido más remedio que seguir adelante, que continuar con mi vida. Lo que pasó en la Copa Davis ha sido un poco reflejo de todos estos años, de la lucha interior que he tenido, de las ganas de seguir adelante", confiesa.

El día de la final en la Pista Manolo Santana era imposible no emocionarse: Bautista volvía para buscar el primer punto. "Era la historia que merecían también mis padres, mis padres eran unos enamorados de la Copa Davis. Deportivamente lo que yo viví en esa pista creo que no lo volveré a vivir en ningún partido, en ningún estadio de tenis, fue algo increíble y todavía se me ponen los pelos de punta", recuerda.

"Incertidumbre" hasta recuperar la normalidad

España ganó aquella final con la victoria de Bautista sobre Felix Auger-Aliassime y el 2-0 que puso Nadal ante Denis Shapovalov. El balear firmó su octava victoria en seis días, pero también para el número uno español el héroe fue Bautista. Un año después, el tenis, como el deporte en general, está pendiente de la evolución de la pandemia de coronavirus, qué más cambios pueda traer.

La Copa Davis quedó aplazada a 2021 y Bautista puso fin a su temporada 2020 antes de tiempo por una lesión en el codo. Un dolor "fastidioso" que fue en aumento los últimos cinco meses, se cargó demasiado tras el parón y empeoró con las condiciones duras en Roland Garros y Colonia. El castellonense se perdió del Masters 1.000 de París y no pudo optar así a estar en las Finales ATP.

"Me he quedado con la sensación de que estaba jugando un poco mejor de los resultados que he hecho", apunta. Terminó así una temporada marcada por la "incertidumbre" de vivir preocupado por un test de covid. "Hay mucha incertidumbre, porque este tema del virus cualquier día te puede tocar. Siempre que vas a hacerte un test tienes nerviosismo de querer saber el resultado inmediatamente. Esa sensación no te la quitas los días de test", reconoce.

"Esperemos que yo pueda disfrutar de algún año más, pero están apretando los jóvenes. Esperemos que Nadal aguante, que podamos compartir las máximas Copas Davis posibles. Es positivo para el tenis, para la Davis, para los aficionados y también para sus compañeros de equipo que Rafa esté ahí", termina, aunque "seguro" también de que "va a haber jugadores relevo" en el equipo español.

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