Bautista coge la bandera española en Wimbledon

El de Castelló es el único tenista de la 'Armada' que entra en la semana definitiva. Hoy se enfrenta al canadiense Denis Shapovalov

Roberto Bautista Agut

Roberto Bautista Agut / EFE

Pascu Calabuig

Pascu Calabuig

Roberto Bautista Agut vive un romance especial con la hierba del All England Club. Es en Wimbledon, el torneo de tenis más antiguo del mundo, donde más lejos ha llegado en un Grand Slam. En 2019 fijó su tope en la ronda de semifinales, donde se cruzó en su camino Novak Djokovic. Dos años después, el tenis regresó a Londres, gracias a las mejoras que ha experimentado la pandemia del coronavirus, y el castellonense se ha adentrado con él en la segunda semana del campeonato siendo el único superviviente de la ‘Armada’ en el cuadro masculino. Bautista coge la bandera que tantas veces ha lucido Rafa Nadal con la esperanza de reencontrarse en las semifinales con el número uno del mundo... y, por qué no, cambiar la historia. Su historia. Sin embargo, antes le esperan dos obstáculos que no serán fáciles de superar. Este lunes (alrededor de las 14:00 h, ‘Vamos’) Denis Shapovalov será el primero en los octavos de final en la pista 3.

El rival canadiense de Bautista (33) es once años más joven que él. De hecho, el valenciano es el tercer tenista más veterano de Wimbledon tras los magníficos Roger Federer (39) y Djokovic (34). Los tres son los únicos que superan la treintena. A pesar de los años, ‘Nole’ es el favorito incuestionable para levantar la copa dorada de Wimbledon. A la espera de comprobar el estado real de Federer en la semana definitiva, el ruso Daniil Medvédev (2º ATP) se perfila como la principal amenaza para el serbio. El alemán Alexander Zverev afronta hoy un duro partido ante el prometedor Félix Auger-Aliassime. Quien salga vencedor aumentará su visibilidad entre quienes apuestan por una sorpresa capaz de destronar a Djokovic en el camino hacia su Grand Slam número 20, con el que igualaría los registros tanto de Federer como de Nadal.

Mientras tanto, en el otro lado del cuadro, donde Djokovic se las verá en la central contra el chileno Garín, Bautista quiere empezar a allanarse el camino deshaciéndose de Shapovalov, un zurdo imprevisible con el que la concentración y la experiencia pueden terminar jugando a favor del español. Si ganara al canadiense de 24 años, Rober tendría que vérselas en los cuartos frente al ganador del duelo de octavos entre el moscovita Karen Khachanov y el estadounidense Sebastian Korda, de 20 años e hijo del extenista checo Petr Korda.

SEMANA ESPERADA

Bautista arranca una semana de tremenda importancia para él. A mediados de junio decidió renunciar a los Juegos Olímpicos de Tokio para centrarse en el calendario ATP y mejorar una primera mitad de año irregular, en comparación con el rendimiento al que ha acostumbrado en temporadas anteriores. Wimbledon genera en el de Castelló una motivación especial. Su momento, el que estaba esperando, ha llegado. La semana de Bautista después de una entrada en el torneo londinense que le ha servido para recuperar sensaciones. El número 10 ATP encadenó tres victorias ante Millman, Kecmanovic y Köepfer, algo que no vivía desde finales de marzo.

Rober admitía hace unos días que el año estaba siendo «muy intenso tanto física como mentalmente». Durante la temporada de tierra no pudo pasar de octavos en Montecarlo y Roma. En Roland Garros, además, cayó en segunda ronda. Ahora, en cambio, tiene la ocasión de desquitarse en el jardín de Wimbledon. Solo necesita que el físico le respete. Tras ganar a Köepfer, dijo: «Estoy un poco dolorido. Las caderas sufren mucho en hierba. Vengo de un partido muy largo». Ha tenido dos días «de descanso» para recuperarse.