Paula Badosa Gibert (Nueva York, 15/11/97) recordará de por vida este 2021 que se acaba. Ha sido su año, el de su explosión tenística, el de pasar del puesto 70º al 8º del ranking WTA. La catalana, entrenada por el valenciano Jorge García, se ha fortalecido física y mentalmente, y fruto de esa transformación, ganada a pulso, Paula prepara la nueva temporada con la aspiración de coronarse en un Grand Slam. Roland Garros, a mediados de mayo en París, es su favorito.

Entrevista completa

Enhorabuena por su gran año, Paula. ¿Imaginaba que sería tan intenso y lleno de éxito?

¡Uf! La verdad, no. Sabía que iba a ser bueno, pero no me esperaba conseguir lo que he conseguido. Ha sido un año espectacular en el que todo ha venido muy rápido. Estoy muy contenta por lo que he vivido en estos meses.

Si le hago elegir... ¿Cuáles serían los tres momentos de oro, plata y bronce para usted en este 2021 que pronto acaba?

Elijo primero, sin duda, el título de Indian Wells; luego, Madrid porque fue mi primer Masters 1000 llegando tan lejos, a semifinales, y jugando en casa. Fue un torneo muy especial en el que empecé como 70 del mundo. Diría que fue el momento en el que hice el cambio de clic. Y, por último, me quedo con Roland Garros, donde hice mis primeros cuartos de final en un Grand Slam. Lo viví con un mal sabor, pero en aquellos días de París aprendí muchísimo.

No ha dicho los Juegos Olímpicos de Tokio...

Estaba dudando entre dos. Fue también fue un torneo muy bueno, y estuve a un paso de la medalla, aunque al final me fui con malas sensaciones de Tokio. Sinceramente, estoy con ganas de que comience la temporada, del Australian Open, de volver a París, y poder reivindicarme y seguir creciendo como tenista cada día un poquito más.

Tras conquistar el ‘quinto Grand Slam’, así llaman a Indian Wells, el siguiente paso tiene que ser ganar uno de los cuatro grandes, ¿no cree?

Sí, tengo esa ilusión conmigo. Yo siempre he soñado con poder ganar un Gran Slam, con ganar torneos grandes. Si ganas un Indian Wells, ¿por qué no dos Indian Wells? Una siempre quiere más, en mi caso así es. Estoy entrenando muy duro para, no sé si ganarlo o no, pero estar muy cerca de ello este próximo año. Ojalá. 

Cuando era una niña, ¿con qué Grand Slam que se le caía la baba pensando: "Esta copa yo la tengo que levantar"?

Por tradición, por cercanía, por jugar en tierra batida... Roland Garros. Para mí siempre ha sido muy especial, encima gané Roland Garros Júnior. 

De nuevo se le ve entrenándose en València, ¿tiene un ‘feeling’ especial con el lugar?

¡Totalmente! Me vine la primera vez con 14 años, era el principio de una carrera. Yo no sabía cómo me iría todo, de un día para otro decidimos venir aquí para dar un paso hacia delante en busca de ser profesional. En València siempre ha habido mucha tradición de tenis, muchísimos jugadores, un gran nivel, muchas academias... Entonces, pensamos que aquí era la mejor opción. Ahora, casi diez años más tarde, he vuelto. Sí, aquí tengo una conexión especial.

Sé que le fascina la paella.

(Risas) Por suerte o mala suerte, me gusta todo: la paella, la fideuá... Y aquí estoy en el mejor sitio posible, así que cuando vengo aprovecho.

¿Valenciana propiamente dicha, o de marisco?

¡Sí, sí, valenciana! Bueno, la de marisco también me gusta. ¡Todas!

¿Le gusta comer bien? ¿La alimentación de un tenista supone grandes sacrificios?

Sí, sinceramente sí. Mira, es algo de lo no se habla demasiado, pero la alimentación es una parte muy importante para nosotros. Para recuperar sin complicaciones, para estar bien físicamente... Hay muchísimas cosas que entran dentro de la alimentación que, al final, para mí configuran un estilo de vida. Tienes que hacer muchos esfuerzos. Por ejemplo, en mi caso, a mí me encanta comer, me fascina el chocolate, me comería muchas más paellas... Y una se tiene que retener porque no es lo que toca. De vez en cuando lo como, como cuando necesitas desconectar y vivir tus momentos, pero la alimentación del deportista es un estilo de vida que conlleva hacer sacrificios.

¿Qué le aporta su entrenador, Jorge García, o qué le ha aportado porque no es la primera vez que se entrena con él?

Con Jorge nunca he cortado la relación, hablábamos incluso cuando no éramos entrenador-jugadora. Él me ha aportado muchísimo: Equilibrio, estabilidad desde bien pequeña, y ahora aún más porque estoy mucho más expuesta, vivo momentos de presión. En este contexto, el tener esa seguridad y apoyo incondicional para mí es muy importante.

En fútbol se dice que los entrenadores hacen a sus equipos más ofensivos u ofensivos, ¿pasa lo mismo en el tenis, o la influencia del técnico se centra en lo psicológico?

Ocurre también. Hay una parte muy táctica y, en mi caso, intento ser una jugadora bastante completa, aunque creo que soy muy agresiva en la pista. Jorge me ayuda a controlar sin dejar de ser agresiva. La parte técnico-táctica entra muchísimo en juego en el tenis. Aparte, hablamos tanto de lo mental porque se entrena muchas horas, pero en el momento de la verdad, de la competición, una está sola. Ahí es donde viene la parte más compleja.

En relación con todo esto, ¿qué significado tiene el gesto al que nos ha acostumbrado de llevarse el dedo índice a la sien?

Es eso, que soy una jugadora más fuerte de cabeza, también recordar un poco todos los procesos y etapas que he vivido hasta llegar a donde estoy ahora mismo, que han sido difíciles, duros. Y porque el tenis es un deporte muy mental, a veces estás solo, y se me junta todo lo que he pasado, que me siento ahora muy fuerte, pero a la vez que esto sigue siendo algo muy psicológico y me gusta recalcarlo sobre la pista.

Volvamos a la Paula niña. ¿Quiénes eran sus ídolos?

Maria Sharápova y Rafa Nadal. Por lo mismo, mentalmente me han parecido de lo mejor que ha existido en el tenis. Dos ejemplos en ese aspecto, nunca se han dado por vencidos mostrando una capacidad de lucha y de sufrimiento increíbles; razón por la que los he admirado tanto.

Paula Badosa, en un momento de la entrevista Fernando Bustamante

Hablando de Rafa Nadal, no sé si leyó las palabras de ‘Sasha’ Zverev en las que casi lo ‘jubila’ junto a Federer... ¿Qué opina, a Rafa le queda todavía un último arreón?

La leí. Yo creo que habla basándose en los resultados, dice que en este año Djokovic, Medvedev y él han ganado más torneos. Es así, pero tampoco estaban Rafa y Roger. Al final, tenemos que aceptar una realidad, que están mayores y que algún día va a acabar. No van a estar para siempre. Es una pena porque le han dado tantísimo al tenis y han sido la inspiración de cualquiera. Pero no se sabe nunca si Rafa está acabado. Recuerdo que hace cinco años, ocho y diez ya decían lo mismo y siempre se ha ido superando. Es un fuera de serie y nunca lo puedes dar por acabado. Es el mejor de la historia, de los mejores de la historia, ya no solo del tenis sino del deporte en general. No se puede infravalorar a una persona como él. Yo mantengo la ilusión y la fe de que nos puede sorprender. Si este año gana Roland Garros, no me sorprendería... ojalá que podamos seguir disfrutando más de Rafa Nadal.

¿Por qué ahora no existe una dominadora como ellos en circuito femenino? ¿Cómo lo explica?

En el tenis masculino pasaría lo mismo que en el femenino, lo que pasa es que han salido tres fueras de serie que marcan una diferencia abismal en comparación con los otros. En su momento, sí sucedió con Serena Williams. Pero es que esta gente son genios, hay un 0,01 % que sale así, jugadores que marcan la historia, una época. Cuando ellos tres lo dejen, el circuito masculino será parecido al de las mujeres de hoy en día, habrá más igualdad general, más sorpresas. Lo normal, porque ellos no son normales (sonríe), son alucinantes. No hay que imitarlos, no se puede. Hoy en el tenis femenino no hay una extraterrestre, aunque sí pienso que el nivel en el top 50, el top 100, ha subido muchísimo. Es un circuito atractivo, con una calidad elevada, donde cualquiera puede ganar a cualquiera.

¿Cómo es Paula Badosa lejos de la pista? La persona, sin raquetas, partidos, torneos...

Soy una persona muy activa, divertida, me gusta hacer muchas cosas, no estar sin hacer nada. Y una cosa que tengo pendiente es desconectar al 100 %, siempre estoy pendiente del tenis, y veo un partido u otro. Me gusta tanto este deporte, disfruto mucho de lo que hago. Como digo, es algo pendiente, el empezar a desconectar, aunque también tengo pocos momentos de desconexión. Cuando lo tengo intento hacer cosas simples, como el ir al cine o estar con los míos, con mi familia. Parecen cosas sencillas, pero en mi día a día no las puedo hacer entre tanto viaje y el no parar de la competición. Cuando estoy en casa me gusta hacer cosas que me hagan recordar cuando era una niña de 12 años.

Por último, ¿Badosa y (Sara) Sorribes son tan amigas como parece?

Sí, tenemos una muy buena relación. Nos conocemos desde que yo tenía unos 10 años y ella 11, además convivimos mucho en la Academia en València desde que vine con 14 años. Este 2021 hemos jugado el dobles. Las dos estamos creciendo juntas, haciendo nuestra carrera juntas. Y eso es muy especial, es un orgullo ver hacerlo bien a una chica que he seguido tanto, amiga mía y tan trabajadora. Yo me alegro mucho y ojalá sigamos así muchos años.

Badosa recibió a SUPER en las pistas de GTennis. A inicios de enero estrenará en 2022 en Adelaida. Después, Sídney, y Melbourne, donde el 17 de enero empieza el Australian Open. Fernando Bustamante