El alemán Alexander Zverev, derrotado este domingo en la final del torneo de Madrid por Carlos Alcaraz, dijo que el español es "el mejor jugador del mundo en este momento", pero se quejó de los horarios nocturnos que le han correspondido a él en este y otros torneos, que le han "quitado oportunidades" de ganar.

"Carlos está jugando de forma increíble. No hay ninguna duda al respecto", afirmó. "Pero una cosa que tengo que decir es que el trabajo de la ATP ha sido esta semana un absoluto desastre. Hace dos días me fui a la cama a las cuatro o cuatro y media, ayer a las cinco y veinte. Si cualquier persona normal se acuesta una noche a las cuatro y luego a las cinco, le costaría simplemente estar despierta", indicó.

Zverev aseguró en rueda de prensa que no es fácil en esas condiciones "jugar una final contra Carlos Alcaraz, el mejor jugador del mundo ahora mismo, en un Masters 1.000".

"Hoy no he tenido coordinación ni con mi servicio, ni con mis golpes de fondo. He fallado dos remates que eran superfáciles porque miro a la pelota y todo se mueve", indicó.

"No quiero quitarle ningún merito a Carlos", subrayó, "y hoy, aunque hubiera estado fresco, probablemente no le habría ganado, pero definitivamente habría sido un mejor partido". La final se decidió por 6-3 y 6-1 en una hora de juego.

"Pero para ser sincero, me siento triste por la final que hemos jugado, porque esto podría haber sido un muy buen partido", dijo Zverev, que profundizó: "La mayoría de la gente que estaba en el estadio quería que Carlos ganara, pero nadie quería ver un partido como este. Soy humano. No soy un robot. No puedo. Simplemente no puedo estar a mi nivel cuando esto sucede cada noche".

"No tuve ninguna oportunidad de ser yo mismo, de jugar a mi nivel. No es la primera vez que ocurre esto. En Acapulco jugué hasta las cinco de la mañana y estuve despierto hasta las ocho y media. Está ocurriendo cada semana y estoy un poquito cansado de ello", incidió.

"Hay que mejorar la programación. Ayer empecé mi partido a las once de la noche y jugué tres sets. Mientras vuelvo al hotel, ceno, hago mi trabajo con el fisio, son las cinco de la mañana", añadió Zverev.

"Me están quitando oportunidades y al final del día nadie se acuerda de esas cosas. Nadie habla de ello. Todo el mundo dice: Sí, fue un mal partido, hice dobles faltas, no jugué bien y todo eso. Pero hay que mirar",sugirió, "lo que sucedió los días anteriores, lo que hay tras el escenario. Creo que no es justo".

Zverev dijo que, ya en el calentamiento, comentó con su entrenador Sergi Bruguera que no tenía el ritmo adecuado.

El jugador comentó que en Roma volverá a contar en su equipo con su padre, exjugador ruso de tenis, afectado por la crisis internacional.

"Es un momento difícil para mí. Creo que se puede ver que hay un doble rasero y uno tiene que demostrar su inocencia. Hasta que no lo demuestras, eres culpable, lo que no es muy justo. Pero espero que todo llegue a su fin y entonces también podré jugar tranquilamente y estar centrado en el tenis", comentó.

"Mi padre va a volver a Roma, lo cual me alegra mucho. Sí, espero que sea un gran paso en la dirección correcta porque este año ha sido extremadamente difícil para mí, tengo que decirlo", afirmó