Rafa Nadal ya está en la tercera ronda de Wimbledon. En sendos partidos a cuatro sets, el mallorquín se ha impuesto al argentino Fran Cerúndolo y el lituano Ricardas Berankis. Va avanzando sobre la hierba del All England, pero dejando algunas dudas por el camino.

Además de ceder dos mangas, el de Manacor ha cometido una cantidad inusual de errores no forzados y ha acumulado más de seis horas en pista. Novak Djokovic, el principal favorito, también dejó algunas dudas en su primer encuentro pero solventó con autoridad el segundo.

El vendaje en la zona abdominal que alerta a los seguidores de Nadal

En la retransmisión televisiva del duelo frente a Ricardas Berankis se pudo observar un curioso vendaje en la zona abdominal de Nadal mientras se cambiaba de camiseta. Un detalle que no ha pasado desapercibido teniendo en cuenta el historial de lesiones del número cuatro del mundo.

Esta solución se debe a que los esfuerzos al adaptarse a la hierba, una superficie que no pisaba desde 2019, le están mermando. Los abdominales ejercen la labor de estabilizar el tronco y la pelvis y el césped es más agresivo en este sentido que una pista dura y, sobre todo, la tierra batida de la que viene Nadal, con lo que genera más vibraciones y es este grupo de músculos paga las consecuencias.

Repasando el historial de lesiones del ganador de 22 títulos de Grand Slam, ya sufrió una microrrotura fibrilar en esta zona en 2009. No fue en Wimbledon, sino en el US Open, donde el calor de Nueva York agravó las dolencias. Nadal confesó que empezó el torneo con seis milímetros de rotura y lo acabó con veintiséis. De este modo se confirma que las altas temperaturas que está viviendo en Inglaterra también suman.

Así es el vendaje de Rafa Nadal

Este tipo de vendaje suele aplicarse a lo largo de la espalda EFE

El número cuatro del mundo ha utilizado, concretamente, un vendaje neuromuscular, conocido como kinesiotape. Es frecuente en los deportistas de élite lucirlos en las competiciones, pero los abdominales no son la zona más habitual. Normalmente suelen estar en las extremidades y en la espalda.

Esta solución se emplea para la recuperación de lesiones y, en el caso de Nadal, también para la prevención. Son bandas elásticas que ayudan a recuperar contracturas y paliar el dolor, un elemento con el que el tenista está más que acostumbrado a lidiar.

Paradójicamente, en este Wimbledon el jugador no está hablando en exceso de sus molestias físicas. Sí lo hizo durante la primera mitad de la temporada, pero ahora se ciñe a dejar claro que su tratamiento en el pie está siendo efectivo y ahora no sufre los dolores que le lastraron en Melbourne y París. A pesar de ello, ganó el Abierto de Australia y Roland Garros.

El kinesiotape, en este caso, alivia el dolor abdominal de Rafa elevando la piel para liberar de tensión al músculo, lo que permite un mejor fluido sanguíneo. De este modo, el tenista está protegido ante las vibraciones procedentes de la pisada y los movimientos bruscos de su juego.

De este modo, los seguidores deben estar tranquilos. Es cierto que si el tenista lleva un vendaje neuromuscular es que no está cómodo, pero generalmente estas soluciones implican más prevención que daño. Aunque no se puede negar la obviedad de que Nadal no está cómodo en Wimbledon, las esperanzas de que llegue el Grand Slam número 23 siguen intactas.