Revancha a la vista para los esprínteres. La segunda etapa del Tour de Francia volverá a ofrecer otra oportunidad para los velocistas, este domingo, en la llegada a La Roche-sur-Yon.

Con salida desde Mouilleron-Saint-Germain, el recorrido dibuja casi una circunferencia de 182,5 kilómetros en el departamento de la Vendée, en el oeste del país. La etapa presenta como única dificultad montañosa la pequeña cota de Pouzauges en el inicio de la carrera.

Un esprint, que se anuncia exigente, es el desenlace esperado en La Roche-sur-Yon al final de una recta en falso llano de 900 metros, con cerca del 4% de pendiente media. "La llegada me gusta", señaló por adelantado Arnaud Démare, el número uno francés en esta especialidad.

La Roche-sur-Yon (53.000 habitantes) recibe al Tour por sexta vez, la primera desde hace 80 años, cuando en el velódromo local se impuso el belga Eloi Meulenberg, campeón del mundo el año anterior.

El arranque de la etapa en Mouilleron-Saint-Germain está fijado para las 11h10 GMT (salida real a las 11h20), y la llegada a La Roche-sur-Yon cerca de las 15h35 GMT (con una previsión de 43 km/h de media).