El último respiro en la 105 edición del Tour de Francia para los ciclistas antes de afrontar la decisiva jornada de montaña de Laruns y la contrarreloj de Espelette será este jueves una etapa prácticamente llana en la zona del Bearn propicia para los velocistas.

Tras la disputa de dos de las tres etapas de la trilogía por los Pirineos, los favoritos a la victoria podrán tomarse el día con cierta tranquilidad antes de afrontar las dos etapas que decidirán los puestos finales en la clasificación general.

La decimoctava etapa del Tour llevará al pelotón de los supervivientes desde la localidad de Trie sur Baïse hasta Pau en un viaje de 171 kilómetros con solo dos cotas puntuables de cuarta categoría.

De nuevo se podrá ver en acción a Peter Sagan (Bora Hansgrohe) luciendo el que va a ser su sexto maillot verde de la regularidad, ya que matemáticamente lo tiene asegurado y lo único que necesita es cruzar la línea de meta de los Campos Eliseos de París el próximo domingo.

Los equipos con velocistas que pretendan romper la supremacía del checo deberán encargarse de controlar los diferente intentos de fuga en la que puede ser su última oportunidad para lucirse. Las bonificaciones en línea de meta serán de 10, 6 y 4 segundos para los tres primeros clasificados.